El buen lugar.

El buen lugar.

Había salido tarde del trabajo y como estaba en mi época fértil, pues tenía ganas de echar un buen polvo. Tenía que hacer unos trámites en Las Palmas, así que me duche, me acicalé, y cogí el coche, sin antes darle un toque a mi amiga por la aplicación, que también deseaba quedar conmigo (hacía tiempo, que no sabía nada de mi..jejejejeje) y así, quedar en Vegueta. Aunque llevaba semanas con el pensamiento sensual y erótico, que estaba en otra isla, con otras inquietudes, decidí salir, a distraerme un poco. Carpe Diem.

La ruta elegida esta vez fue hacia la zona norte, hacia donde el viento nos llevara, ya que yo le había comentado en algunas ocasiones a mi amiga, que: “yo solo soy una hoja movida por el viento” y al llegar al Auditorio, noto que ella me miraba diferente... no sólo a los ojos, sino que a la vez, me acariciaba el antebrazo con su mano ardiente y los resbalaba, una y otra vez. Ufff!!.. se me hacía eterno, llegar a nuestro lugar de lujuria.

Reconozco que no soy modelo ni nada por el estilo... más bien casiguapo y que Mido 1.78, cabello moreno, soy lo que se llama un follamigo? A veces siento que estoy en el punto intermedio... Tengo cara de niño creo yo.

Llevaba una blusa que llevaba sobre el pantalón, un pantalón vaquero, que ya empezaba a marcar lo empalmado que me ponía aquella mujer frotándome de aquella manera.

Para ser julio el día estaba fresco, con la típica panza de burro. Llegando al Puertillo, a ella le entró una llamada por el móvil y yo aproveche, para dejar caer mi mano sobre su pantorrilla, mientras ella hablaba. Su sonrisa lo decía todo (y eso que estaba hablando una cosa seria con el interlocutor), yo le frotaba una y otra vez su pantorrilla, a la altura de su chochito, mientras con la otra mano conducía y con una empalmada colosal.. Y cuando ella colgó, llegábamos a una de las calas del Puertillo y nos bajamos a sentarnos en la orilla cerca del mar, mientras nos besábamos eufóricamente y nos metíamos mano a más no poder (ya saben la ansiedad de tomar el entrante, primer plato, etc... ) pero cuando estábamos sentados y ella no hacía otra cosa que ofrecerme su lengua, y su canalillo había unos chicos sentados, y uno de pie, acariciándose la polla empalmada, viéndonos como nos poníamos fino aquella extraordinaria mujer y yo. Tenía abierto los ojos mientras nos besábamos y veía como el chico se excitaba sobremanera.
A la hora de estar alli, le dije a Sofía, vamos, tenemos que dar una vuelta, que aunque hace viento, la cosa se está poniendo en candela..jajajajajaja…
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Así que mientras conducía, ella me calentaba sobremanera, que no sabía ni por donde íbamos. Recuerdo que nos dirigimos por la carretera local a Moya (ya sé que rima con lo que piensan... jajajajaja). El peso de mi miembro, se aproximaba cada vez más a su entrepierna, por instinto, o por lo caliente que nos habíamos puesto. Mientras charlábamos de múltiples cosas, no con descaro pero si bien dirigido... Mi corazón brinco pero al ver a esa guapa mujer, abriéndose el vaquero, y maturbándose y gritona que no me dejaban concentrarme, ante tanta curva, y la estrechez de la carretera... Además era el área de paso de guaguas… Todo emoción y excitación.
Próximo al llegar al pueblo de Moya, no tuve otra solución que parar en un área de descanso de paso de guaguas, que había por el camino. Ella gemía y me metía mano en la polla, y el peso de mis manos fue bajando por su cadera y bajó más a sus muslos... La miré, pero lo miré iconfuso, esperando a donde deparaba aquello, en aquella carretera, en la que muy de vez en cuando bajaba un coche y nos veía besándonos apasionadamente y metiéndonos manos, con el pantalón ya casi abajo... Que flexibilidad, tenía ella para abrirse de piernas!!..Mm..m..m… era excitante... No podía más en aquel remoto lugar y puse el parasol, y empezó nuestro verdadero juego. Nuestras lenguas, nuestras manos, nuestros gemidos con la ventanilla abierta, fueron aumentando exponencialmente. La verdad me estaba armando de valor pero las cosquillas en su coño le ganaron... Relajé los músculos de mis muslos y le di entrada a su entrepierna como pude, mientras en el movimiento más obvio me hice la que miraba al otro lado… Y algún que otro coche pasaba y nos miraba por el lateral. (¡Vaya calentón!, jejejejejeje)

Entendió perfecto el mensaje, sutilmente presioné mi pelvis, ante un aclamado gemido (ahhh!!..)... Puso mi mano en su monte de Venus y empecé a presionar con ritmo, sintió mi si... Guardo su teléfono que volvía a sonar... la mano derecha no me daba para más... Metí mi mano izquierda entre el canalillo y empecé a masajearla dentro del sujetador... Joder!!! Que delicia... Lo hacía con fuerza y morbo... Con maestría y yo, tan sólo pensaba en montarla, abrí más sus piernas y entonces subí mi mano buscando entrar profundo a través de su cremallera de los pantalones ... No había manera jajaja eran muy altos. Tomé su mano, aún sin mirar pero con el corazón latiendo en mi garganta y las mejillas rojas y la lleve a mi pecho ... No era de su interés la zona, porque enseguida, fue directa a la verga erecta y ya lubricada.. Le dí un pellizco a su pezón cuando hizo esa maniobra tan brusca y bajo de nuevo a su coño joder!!!. Sus jugos ya se sentían sobre la tela de la braga y ya empezaba a mirarlo por el rabillo de ojo... Quería besarlo, lamerlo, comérmelo enterito, y luego beber de él. Mientras enredábamos nuestras lenguas calientes, un coche tocaba el claxon y nos decía improperios, que ni recuerdo... jajajajajaja.. Seguía, ahora si, con mi lengua acariciando sus pezones empitonados y yo me descargaba entre sobar los muslos y sobarle el coño… Sofía mordía su labio y acallaba sus gemidos, cuando empecé a darle rítmo frenético a su clitoris. Me cuestioné, incluso, si llegar al orgasmo, en aquel sitio recóndito y apartado, o seguir más tarde en el lugar elegido... Tenía que llegar ya... Sentía los mensajes entrando al movil del grupo del trabajo...
Joder!!! Ella me decía que no parara y los coches no dejaban de pasar..jajajajaja... Le deslizo mi otra mano a su trasero amasando lo un poco y presionándole cada vez más su mojado clítoris... ella comenzó a pajear mi enorme erección... Sonreí y le guiñe el ojo... Quería que me siguiera... Y de pronto estábamos los dos corriéndonos de lo lindo.. Ambos resbaladizos de la excitación y acariciando con vigor sus nalgas. Ahhh!!... Ahhhh!!... Logré meter mi dedito dentro del orificio de sus nalgas levantadas esperando una razón al menos, para continuar con aquello, en otro lugar ... que después de incorporarnos y vestirnos, sin darnos cuenta, estábamos llegando al Buen Lugar, cerca de Moya. Paradojas de la vida!… Pero seguimos conduciendo, hasta el hotelito marcado en la ruta, en aquella curiosa tarde de verano.

Publicado por: casiguapo
Publicado: 09/07/2022 09:35
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