Me encontraba organizando una escapada de fin de semana, no tenía ni destino fijo pero si la idea de desconectar después de muchos meses con ajetreo, me vi con rumbo a otra isla, solo, pensando que podría hacer en esos cuatro días que iba a estar, no tenía donde alojarme, ni sabia que realmente quería, pero si necesitada una escapatoria, al entrar en el barco vi a una chica sola, con una cara triste, apocada, sentada en un sillón con la mirada perdida, me quede mirándola y pensé que en verano también hay gente que lo pasa mal, no sólo es diversión y buenos momentos, sabía que algo le estaba apenando, pero seguí mi camino, vi que se levantaba varias veces y en una de ellas nuestra mirada se cruzaron, le sonreí y me salió un hola sin sonido, ella leyó mis labios y me sonrió, bueno al menos le he conseguido una sonrisa me dije, seguí con mis cosas, me levante para poder verla otra vez y comprobar que había cambiado, efectivamente la vi diferente, volvimos a cruzar nuestras miradas y mientras me alejaba sentía su mirada, al volver a mi sitio nos volvimos a mirar y ya sonreíamos, se notaba ese cosquilleo, las ganas de sentarme a su lado y hablar con ella, pero seguí a mi asiento y deje pasar la oportunidad. Al llegar a puerto, nos fuimos cada uno a su lado de salida pero nos vimos y nos dimos un adiós. Cogí mi coche y salí del barco sin rumbo, y la casualidad que la vi, en la parada de la guagua con dirección a su pueblo, paré y le pregunte donde iba, tuve esa valentía y me sonrió y me dijo que era lejos pero accedí a llevarla, ella subió al coche, guardó sus maletas y nos pusimos en ruta. Durante el camino fuimos charlando, cosas personales pero sin profundizar, había feeling, reíamos de cosas que compartíamos, hobbies, lugares, etc, la verdad que su compañía me agradaba, paramos para tomar algo, y seguíamos hablando, se fue forjando una amistad, llegamos al lugar donde se quedaba, y ya le había dicho que planes tenía y me pidió porque no me quedaba en su pueblo, que buscábamos un lugar donde hospedarme, asi fue, me consiguió un sitio encantador, con vistas, ella vivía muy cerca de donde yo iba a estar, nos dimos los números de móviles para vernos. Al llegar la noche, ya estaba preparado para salir y pensando si la llamaba o no, sonó mi móvil, era ella, que si salíamos, le dije que si me había leído el pensamiento, lo pase muy bien, su gente me aceptaron, reímos, hablábamos, bebimos y compartimos cual era el motivo de su tristeza, y de vez en cuando nos cruzábamos las miradas, ya se notaba que había algo mas, la noche estaba espléndida, era un momento único, pero guardábamos las diferencias. sabía que venía de una relación rota y aunque tuviese sus malos momentos, la veía alegre, con los ojos brillantes de felicidad, esa noche terminamos con un beso de despedida, ya existía algo. Al día siguiente nos llamamos y quedamos para ir a la playa, con el grupo de amigos, no me importaba, sólo quería estar con ella, verla, además me sentía como en casa, llegamos a la playa y la vi y ya si que fue un flechazo, no era un cuerpo exuberante pero si me gustó su físico, era el complemento ideal a la persona, pasamos el día en la playa, y ya me venían pensamientos de como estar con ella, disfrutar aun mas de lo que estaba disfrutando, esa noche quise invitarla a cenar, que me llevase a un sitio para estar con ella, cenando y charlando, asi fue, cuando la vi, con ese vestido blanco, sencilla pero muy guapa, cenamos, reímos, nos cogimos de la mano y terminamos dando un paseo, no había mucho por donde caminar y terminamos con sus amigos, en un momento de la noche nos besamos, fue algo improvisado pero yo había planeado todas las situaciones posible pero esa no, que vuelco dio mi corazón, fue apoteósico, pensé que esa noche volvería a renacer el amor, así fue, seguimos dándonos piquitos sin profundizar, pero se notaba al estar juntos como saltaban las chispas del amor. Terminó la noche y cada uno para su casa, puedo decir que me costo dormirme, quería tenerla junto a mi pero otro impulso me pedía paciencia, al día siguiente quedamos en desayunar, hablamos de lo que había pasado la noche anterior y mis sentimientos que ella también los notaba, pasamos el día juntos, nos fuimos de ruta por la isla, y ya había mas acercamiento, nos besamos intensamente, me gustaba estar con ella, quería estar con ella, esa tarde cuando llegamos al pueblo, quedamos en vernos por la noche y le pedí que se quedara en casa, ella accedió a quedarse el resto de los días que iba a estar yo allí, esa noche salimos con sus amigos a una fiesta en la playa, bebimos, reímos, bailamos y nos besamos, eran besos sentidos nada fríos al contrario aunque sabía que tenía un día de despedida pero parecía que íbamos a estar juntos para siempre, tenía ganas de volver a casa, de estar a solas con ella, me había hecho la idea como podría ser ese momento y llegó, nos encontramos solo en casa, tomamos algo y terminaos de hablar sobre nosotros, se sentó a mi mi lado en el sillón mientras le acariciaba su pelo, los tirabuzones, cuando nos dimos cuenta estábamos besándonos con entusiasmo, la sentía, como sus senos tocaban mi pecho, el calor que producíamos al estar juntos, nos abrazamos, y empece a recorrer sus cuerpo, ya sabia como era pero no había sentido el placer de su tacto, seguíamos besándonos mientras nos desnudábamos, tenía ese cuerpo que me agradó días antes entre mis manos, quería disfrutar de él, sus senos firmes, duros parecían que habían estado hechos a conciencia, agradable al tacto y sobre todo al gusto, recorrí su cuerpo con mi lengua, sabía que iba a ser una noche llenas de juegos sexuales y necesitábamos un lugar mas cómodo, nos levantamos sin soltarnos de las manos y nos fuimos a la cama, allí busque lugares donde sabía que iba a sentir placer, sus pezones los mordisqueaba y disfrutaba con ellos, nos encanta el sexo oral, sabía que teníamos toda la noche y porque no, todo el día para ser felices, seguí recorriendo su cuerpo, bese su ombligo, que en su día tenía alojado un piercing, y seguía jugando con sus pechos, me encontré enseguida con su vagina, que rica, estaba muy húmeda, con ese liquido tan apetitoso, mi lengua enseguida se adueño de ella, mientra seguía disfrutando del interior, ella gemía de placer incluso me presionaba con su mano mi cabeza sobre ella para que no parara y siguiera poseyéndola, le mordisqueaba el pubis, y mi lengua recorría sus labios tanto el superior como inferior, ella seguía gemiendo de placer, me encontraba en una situación que desde que la vi en el barco tenía ganas que se produjera, pero continuaba con mi deseo de satisfacer, seguía con el clítoris, que se movía al contacto con mi lengua y me ayudaba de los dedos de mi mano en poderla estimular mas, cada vez mas, recorría toda su vulva bebiendo el líquido que salía de su vagina, introduje mis dedos tocándole el clitoris y creo que el punto G, y ya se retorcía de placer, cada vez gemía mas, seguro que los vecinos estarían molestos pero nos daba igual disfrutábamos tanto, mi indice recorría su vagina mientras la abria, mi lengua recorría todo sus partes, mordisqueando, le venían los orgasmos y se sentía tan satisfecha que quería mas, seguía recorriendo su clítoris mientras ella por el placer empujaba su coño contra mi cara, me apetecía penetrarla pero aún había mucho por disfrutar, seguía con mi interés de mordisquear y así fue, seguía con el perineo y aumentaban los gemidos, otro orgasmo, y yo cada vez mas erecto, ella me masturbaba, pero quería disfrutar de su cuerpo egoistamente pero lo estábamos pasando tan bien, ya me tumbo encima de la cama y empezó a recorrer con su boca mi cuerpo, no paraba de masturbarme, llego a mi pene y lo lamió, lo introdujo en su boca, a saborearlo, me mordisqueo mis testículos, yo ya estaba con ganas de poderla penetrar, pero quería seguir conociendo nuestros cuerpo, aproveche que se levanto y quise que se colocara encima de mi, y ese fue el momento de poseerla, vi como cerraba los ojos al mismo tiempo que iba introduciendo mi pene dentro de ella, seguía gimiendo de placer y empezó a cabalgar encima de mi, sentía mi pene dentro de ella, tomo varias posiciones hasta que cambiamos de posturas, se tumbo en la cama, coloque sus piernas en mis hombros y volví a penetrarla, me encanta esa postura, ella me miraba y me decía cosas bonitas entre ellas que se había enamorado de mi, momento que la bese y nuestras lenguas compartieron su hermanamiento, la noche continuaba y ya sabia que me quedaba poco aguante, cambiamos de postura hasta que eyaculé, ella quiso que fuera encima de ella sentir mi esperma en su cuerpo pero no pudo ser quería sentirla en todo momento, terminamos en la bañera los dos desnudo quitándonos el sudor de toda la faena acometida, cuando llegamos a la cama tuvimos que quitar las sábanas por que era mas agua que otra cosa lo que tenía, dormimos abrazados toda la noche, desnudos y felices. los días siguientes fueron llenos de mas sexo, situaciones encontradas, hacíamos el amor en lugares diferentes. compartimos grandes momentos y llegó el día de mi marcha de vuelta a la rutina, ella se quedó le pedí que viniese conmigo, me prometió que volveríamos a vernos de ver si era posible la relación, acaban de pasar pocos días y ya la hecho de menos, me vuelvo el siguiente fin de semana a su pueblo, la vida nos regala situaciones que no deben de desaprovecharse, quien sabe si es es el amor d mi vida o al menos se que fui feliz mientras duro, gracias Arenea.