Lovers in an elevator... parte 1

Lovers in an elevator... parte 1

Aquella tarde llovía a cántaros aunque lo peor fue haber olvidado el paraguas...

Llegaste al portal completamente empapada, ni siquiera la revista que llevas en la mano y con la que intentaste cubrir inútilmente tu cabeza, pudo sobrevivir a tal diluvio. Ahora tienes el pelo encrespado por la humedad... estás muerta de frío y te quitas la chaqueta. Después de sacudir algo de agua de tus ropas entras en el portal y pones rumbo a tu piso...


De camino, en el umbral de la escalera esta él, espera el ascensor, pero no lo ves hasta que estás frente a la misma puerta. Lo miras de arriba a abajo y es tal cual lo recuerdas en tus fantasías mas lujuriosas... con vaqueros medio ceñidos marcando, camiseta blanca con esos brazos fuertes y varoniles desnudos, una piel curtida por el Sol, y con un aire descuidado pero a la vez decidido y seguro...


Inmediatamente te invade un inmenso calor entremezclado con el frío de la lluvia que lo único que consigue es que se te erice la piel de todo el cuerpo... por fin, le miras a los ojos y sin decir nada le sonríes y te vuelves hacia la puerta del ascensor.


Aunque la luz del llamador está encendida pulsas repetidas veces el botón con la esperanza de que aparezca de inmediato, como si de algún modo esa acción arreglara la velocidad a la que se acerca hacia el hall.
Por un momento y con el rabillo de tu ojo, le vuelves a mirar a los ojos y te fijas en que te está recorriendo con la suya, se ha dado cuenta que tienes la piel erizada, lo que te provoca más calor y escalofríos, te hace recordar que estas empapada, que no llevas la chaqueta y que a través de tu camiseta medio empapada puede verse tu sujetador... se intuyen tus senos erizados por el frio y él no ha perdido detalle. De pronto dejas de sentirte incómoda y notas como tu cuerpo empieza a sentirse de otra manera... que te haya mirado con esos ojos te ha puesto cachonda.


Piensas que has tenido suerte, después de tanto tiempo queriendo hablarle para llegar a algo más, el azar o, en este caso, el ascensor, os ha vuelto a unir y que mejor tema para romper el hielo que el tiempo...
Llega el ascensor y aún ni le has dado las buenas horas, al intentar abrir la puerta se te cae la chaqueta y cuando vas a recogerla se te viene la revista y el bolso también. Enseguida te agachas a recogerlo todo y notas un perfume que te embriaga durante unos segundos en el que cierras los ojos y dejas volar tu imaginación...

... Habías esperado ese momento durante mucho tiempo y por algún extraño motivo ni te habías acercado a su puerta, frente a la tuya, para pedirle sal o algo por el estilo, excusa que te permita un acercamiento, un "pasa y espera un segundo" mientras recorres la intimidad de su casa con tu mirada.
Piensas en cuantas veces habrá pedido la llave de un hotel y a media noche encargar un champán francés, una cena con velitas para dos... pero siempre con otra, nunca contigo. Sientes que si durmieras a su lado, serías la primera, que daría la vida por ti, pero no es así, es muy probable que cuando duerma con otra... piense en ti, y con todas si durmiera a tu lado. Aunque dormir, no es lo que te gustaría hacer con él precisamente. Tu corazón empieza a latir con más fuerza...


Continuara...


Publicado por: jaimecorr
Publicado: 18/08/2012 12:03
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