El desvio accidental

Ayer por la tarde volvía de hacer unas gestiones en Telde, iba por la autopista y tomé el desvío de la circunvalación en dirección a la GC-3, al par de minutos me encontré con una reteción, la cual asocié con la apertura del nuevo centro comercial, para evitarla opté por entrar en la rotonda de la Cepsa y bajar por la Hoya del Parral para ir hacia Telde y buscar un nuevo itinerario de viaje alternativo.

Ya había oscurecido y no conozco bien la zona, me fui guiando por las señales de tráfico hasta ver una que llamó poderosamente mi atención, en ella leí centro empresarial Tívoli, recordé haber leído en internet que era una zona donde suelen frecuentar parejas para practicar dogging, y claro la curiosidad me pudo, di un par de vueltas por la zona, había algunos coches aparcados con evidentes signos de actividad sexual en su interior, bajé la velocidad para intentar otear algo, no puedo negar que me gusta mirar.

Me sentía bastante crio intentado ver parejas follar y en mi mente se mezclaban pensamientos de morbo con timidez, decidí irme, ya había bajado la cuesta y me disponía a tomar la curva, pero vi un monovolumen con la puerta abierta y dentro una pareja, el estaba sentado en el asiento del conductor y ella desnuda haciendole una felación. No pude evitarlo y aparqué al lado, ella me miró y sin quitar sus ojos de los mios continuó mamando a su pareja, a el tampoco le pareció incomodo tener un espectador, me bajé del coche y me puse a un metro de la puerta abierta del monovolumen.

Ella era una belleza de veinti pocos años morena, guapisima, con un cuerpo de infarto... el un poco más maduro, me miraron y como si no estuviera continuaron con su actividad, yo estaba excitado con la visión de ese cuerpo de diosa desnuda, no podía quitarle el ojo, ella levantó nuevamente la cabeza y me dijo :- Ven acercate. sin dudarlo lo hice.
- Sácatela. dijo ella y lo hice.
Comenzó a tocarme el miembro, mi corazón se puso a mil, las piernas me temblaban, pero mis manos fueron directas a sus hermosos y firmes pechos, ella cambió de postura y se puso en cuclillas sobre el miembro de su amante, la penetró y comenzarón a gemir, ella me masturbaba a la vez que cabalgaba, mis manos exploraron su cuerpo, me entretuve en su clitoris durante una rato, con la otra mano no paraba de tocarle los pechos, ella tuvo varios orgasmos seguidos, yo me corrí tambien con el meneo y la excitación, pero ella no paró de masturbarme a pesar de tener la mano llena de mi semen, el la animaba y le decía:
- tocale la polla, que se ha corrido por ti. el chico me pidió que continuara acariciandole y chupandole los pechos que era algo que a ella la volvía loca, hice caso y jugué con los más perfectos senos que un hombre puede desear, ella continuó gimiendo y alcanzó dos orgasmos más, despues le llegó el turno al chico, ella solto mi miembro, ambos me sonrieron y el me dijo :- se terminó por hoy. Les di las gracias y les deseé buenas noches.

Me fui al coche, estaba totalmente alucinado y a mil por hora por la experiencia, cogí unas servilletas humedas de mi coche me limpié mi sexo y las manos, me abroché el pantalón, subí al coche, arranqué, les dije adios con la mano y me fui a casa con una enorme sonrisa.

Bendito desvio.