Nos escuchan

Estando de visita en unas vacaciones, conocí a un chico mediante la app.Eran las 12 de la madrugada y Después de intercambiarnos fotos y una charla, un chico moreno, alto de 35 años, complexión robusta y con barba, decidimos quedar. Él tenía sitio, bueno mas bien habitación ya que compartía piso con  una pareja, pero estaba muy cachondo y quería que fuera.
Había pasado cerca de una hora y allí estaba en su portal, me abrió la puerta y subí a una 3ª planta. La puerta estaba media abierta y el estaba detrás y oscuras, al entrar me dijo susurrando, no hagas ruido que están durmiendo. Justo la primera habitación de la entrada era la suya, así que entramos.
Comenzamos a morrearnos, estábamos muy cachondos y con ganas de disfrutar a tope, eso sí, sin hacer mucho ruido, cosa complicada.

Nos desnudamos y sobándonos todo el cuerpo nos metimos dentro de la cama, hacia frío y nos tapamos con la manta, así tampoco se escucharía nuestros jadeos. Tenía muy buena polla, que después de pajearle se la comencé a mamar, no podía verle su cara  ya que la manta lo tapaba, disfrutaba mamándole sus huevos cogiéndole fuertemente su pollote, mi saliva recorría por toda la zona y aprovechaba a meterle mis dedos en su agujero, le escuchaba jadear, nuestros cuerpos ya empezaban a sudar.

Me acerqué a su boca, volvimos a morrearnos abrazados sin soltarnos, intentábamos no hacer ruido pero era inevitable, en la otra habitación se escuchaba ruido, parecía que nos escuchaban pero seguíamos a lo nuestro, estábamos muy cachondos y no podíamos parar.
Susurrando me dijo que lo follase, saco de su mesa noche un condón y sin mas me lo puse, nos quitamos la manta, ya nos estorbaba, me decidí a comerle su ojete, unas nalgas muy carnosas y sin vello.

Bien lubricado subí sus piernacas a mi altura, comencé a meterle mi polla lentamente, mientras nos mirábamos fijamente, me pedía mas fuerte, y sin mas le metí toda la polla hasta el fondo, flipaba verle su cara de placer como disfrutaba, yo mientras no paraba de follarle cogiéndole su polla y pajeándole, apunto de correrme, me dice que le echara la leche en su pecho, saqué mi polla, quitándome el condón le eche toda mi leche en su torso, que gustazo. Antes de terminar el comenzó a pajearse fuertemente y su leche salió salpicando por todos lados, cuanta leche tenía este chico!

Nos volvimos a tapar metidos en la cama, descansamos y al pasar un rato decidí irme, aunque estaba tan a gusto con él, que no me apetecía. Cuidadosamente me marché y al salir de su cuarto vi que la otra habitación, que aún teniendo la puerta cerrada, estaba con luz, imagino que estarían escuchándonos, no lo sé, pero fue un disfrute de mucho morbo que pasamos juntos que no olvidaré.