Crónica de mis viajes al Cap d’Agde - Tercer Viaje. Año 2009

Crónica de mis viajes al Cap d’Agde - Tercer Viaje. Año 2009

Recién llegado de mi tercera visita al Cap me dispongo a descansar en paz en Tenerife. Cinco días en ese jodío sitio equivalen a seis meses de mansedumbre en la isla. Pero este año, que ha estado mejor que nunca, nada de contar batallitas sexuales. Todos saben como se hace. Este año solo hice unas reflexiones…Homo-Erectus

Ya es conocida la afición de los ociosos bañistas del Cap a montar “gangbanes”en la trasera de la playa. Allí junto al árbol, en las dunas una señora se repasa todo miembro que se le ponga por delante. Se había congregado una cofradía de no menos de veinte feligreses, hombres sudorosos, desaforados, intentando abrirse paso a codazos para ser atendidos los primeros. Un asco, vamos. En esto que observo que a uno de ellos, un hilo de sangre le resbala por la cabeza. Se trataba de un viejecito, clavado a aquel infeliz al que Benny Hill aturrullaba a collejas. Casi arrodillado intentaba hacerse un hueco en el duro mundo de las orgías playeras. Preocupado por la salud del buen hombre, le señalo a la calva, el ardoroso octogenario me sonríe y me hace saber que sí, que ya lo sabía, que había sido con la rama del árbol y que todo estaba bajo control. Fascinante, el pobre viejo estaba perdiendo fluidos vitales por al cabeza (la que menos parecía preocuparle, la de arriba) y allí estaba el hombre, en la lucha. Definitivamente los hombres somos de Venus. O más allá.

A mí no me engañan

Son parejas insólitas, sospechosas, contranatura, dicen los más crueles. Hermosas gacelas de pechos turgentes y talle estrecho pasean de la mano con tipos de aire indolente, a veces hasta molestos de que la gente se asombre de algo que no podía ser de otra manera. Pero ahí van, calvicie al viento, cabeza bien alta, papada colgante y toda una vida de diez años por delante. La gente es mezquina y cuando los ven comentan que todo es por dinero, por el Audi, por el yate, que se yo. Pero a mí no me engañan. Yo sé que es por amor

Las lesbianas de verdad no son sexis

Una reflexión. Estando en la Casa Nueva dos lesbianas se arrancan a bailar. Un bailecito simpático, merengue intentaba ser. Una era un virago en toda regla, cumplía todos los tópicos del imaginario lesbiano. Pelo corto, hombros anchos, porte viril. Agarraba a su pareja más menuda volteándola como una pizza primavera. Nadie miraba. En un sitio donde el voyerismo es religión, el sinuoso baile de las chicas parecía no atraer la atención de nadie. Su condición de lesbianas “auténticas” las inmunizaba del morbo imperante en el local, como si mirarlas fuera de mal gusto. Días después en el Melrouse dos chicas con novio eran el centro de todas las miradas con un numerito tipo no-soy-bollera-pero-me-gusta-calentar-a-los-tíos. Donde esté Instinto Básico…

Militancia

No por ya conocida la escena sigue asombrando. Un hombre pasea por la playa cuando de entre el tumulto una mujer comienza a gritarle. Aunque el azorado bañista intenta hacer como si nada, la playa entera, como un mecanismo de relojería, se acciona contra el intruso. Ahora también es un hombre el que le increpa, y otros dos le cierran el paso. El pobre infeliz no sabe donde meterse, ya son docenas de personas furibundas las que gritan. Lo que dicen es irreproducible aquí (no por censura, es que no sé francés). Hay miradas cómplices entre los del tumulto, como si todo fuera una extraña broma. La tensión sube varios enteros, los hombres siempre parecen al límite de llegar a las manos, pero no ocurre nada. Nunca ocurre. El hombre se resiste ¿Por qué no lo hace? ¡Hágalo de una vez y acabemos con esto!. Al final, de entre la multitud sale un hombre dispuesto a poner fin a tanta provocación. Le baja el bañador con firmeza, de un tirón y así quedó. Desnudo como el resto de nosotros.
Un poco más allá se oyen silbidos. Una mujer en bikini aprieta el paso, pero ya es tarde. Pronto será rodeada

Bienvenidos al Melrouse

Resulta que si un hombre desparejado intenta entrar en el Melrouse después de las diez, tanto camareros como dueño del local te convencen de que nos es buena idea mediante el cálido método de agarrarte por el brazo e indicarte que te largues. A veces ponerte el brazo estirado a modo de barrera delante de la cara también les vale. Como no hay nada, ni cartel ni anuncio que indique esta marginación crono-sexual (recuerden: no-hombres-después-de-las-diez) la clientela que está dentro asiste a un espectáculo entre lo lamentable y lo afrentoso. Uno por uno los hombres que se desgajan del torrente que circula por la puerta del local y hacen amago de entrar son interceptados, a veces a la carrera, e invitados a salir ante la mirada expectante de la clientela que celebra el espectáculo. Yo que ya estaba dentro, tranquilito, cubata en mano, pensé salir en solidaridad con tanto hombre maltratado. Pero me gustaba una rubia del fondo. Un tipo agobiado

En una de estas, después de una refriega brutal con francesa, que parecía poseída por el mismo demonio, el marido me acompaña hasta la salida del complejo. Caminando por aquellos jardines el hombre se sincera, se lo paso bien mirando, pero la situación con la parienta le supera. Por lo visto, la gabacha era un no parar, nunca tenía suficiente, y el señor tenía que hacer acopio de voluntarios que conocían en los bares cada noche. Yo mismo había sido “captado” la noche anterior. El modus-operandi siempre era el mismo. Su señora esposa, todo sutileza, te mira mientras baila, luego te invita a una copita y al final pa’casa. El hombre lo llevaba bien pero era “demasiado ejercicio” insistía. Al llegar a la puerta se despide con un tarzanesco “¿Tú no un colega mañana?” Estaba solo pero caminando a casa topé con un italiano y como quien pide fuego le solté, “no nos conocemos de nada pero, ¿qué tal ir mañana a una casa a follarnos una señora?” “Bueno, ¿por qué no? Comentó mientras me daba su móvil. Cosas del Cap…

El Glamour cada vez mejor

Si me habilitasen un cuartito yo viviría allí. Domiciliaría mi nómina en la recepción, saldría de vez en cuando a comer y al morir que me entierren en el cuarto oscuro. Hasta después de muerto algo se me ocurriría.

Publicado por: tenerife-guy
Publicado: 30/07/2019 18:39
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Comentarios: 9
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Comentarios (9)

okeimi | 07/02/2022 16:18

Muy bueno. Me ha encantaso y divertido a partes iguales. Cambiaria cualquiera de las novelas de mi mesilla por cualquiera de tus relatos. Gracias¡¡¡

fest-ival | 24/09/2019 09:03

Magnífico relato. Engancha. Gracias por compartirlo!

tenerife-guy | 24/09/2019 15:48

Gracias

artistic-nude | 23/09/2019 22:28

Escribes de puta madre! 👏👏

tenerife-guy | 24/09/2019 15:48

Gracias

ikaro6 | 25/08/2019 23:58

Hay que reconocer una cosas eres bueno contando relatos 😝. Me gustó

tenerife-guy | 28/08/2019 10:06

Me alegro de que te guste. Eso se supone que es el mundo swinger.

josemmm | 02/08/2019 19:01

Buenísimo texto. Gracias por acercarnos un poco Cap D’agde a los que no podemos ir.

tenerife-guy | 03/08/2019 08:25

En cierto modo es como Las Vegas. Un sitio tan peculiar que hay que tener un buen motivo para ir.

gauderico | 31/07/2019 21:07

Muy buena ésta también! Gracias por compartirlo

tenerife-guy | 03/08/2019 08:24

De nada

tenerife-guy | 31/07/2019 11:17

Gracias. este fue mi último viaje. Hoy por hoy no volvería. Se lo pasa uno igual de bien en el sur de Gran Canaria, uno de mis centros de diversión favoritos.

tenerife-guy | 01/08/2019 13:37

Por supuesto Dara! Allí nadie ha inventado nada. Es más, a nivel turístico el Cap’Agde tiene una debilidad que no tiene Canarias y es que a partir de septiembre el tiempo cambia y el frío y la lluvia hacen que todo el mundo salga por patas. Yo en Playa del Inglés/Maspalomas me he divertido y he follado mucho pero lo que asombra del Cap es la escala a la que se produce todo ( a lo grande). Y sobre todo la actitud. Las gente quiere que pasen cosas y por eso pasan. Al caer la noche se respira una efervescencia comparable a un sábado de carnaval de los nuestros. No hay mareaperdices, ni divos/as que luego no dan lo que prometen, ni foros de poesía. La gente va a lo que va y es una celebración de la vida a través del sexo.

laika | 02/08/2019 11:21

Lo de " una celebración de la vida a través del sexo"... me ha fascinado. Debe ser trendamente excitante!!

tenerife-guy | 02/08/2019 20:58

Ese es el feeling que me transmitió todo aquello. Con sus correspondientes dosis de cutrez, que también las hay.

mistercat | 31/07/2019 05:26

Qé buena esta entrega. La de mundos paralelos desconocidos q hay por ahí. Increíble. Solo alguien q lo conoce puede relatar estas cosas. Y: joder con los franceses. Felicidades por el texto.

dara | 31/07/2019 02:54

Jajajaja... me encanta leerte, cuando empiezo me quedo enganchada con tu historia y quiero llegar al final, mejor q un orgasmo... jaja

artistic-nude | 23/09/2019 22:32

Me recordó el estilo a lo john kennedy toole en la conjura de los necios. Brutal relato

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