El hambre

El hambre

El hambre es mi sexto sentido, soy un depredador, es lo que me levanta cada mañana, la diferencia entre comer o morir, oculto y reprimido en mí, esperando a salir.

A las 0:00 del primer día de la fase 1 salí de mi casa, apenas había ido al súper o sacado al perro, incluso había preguntado a un amigo abogado si se podría salir de madrugada si tenía una justificación. Sufrí varías erecciones a ratos en la autopista, me imaginaba los hilos de saliva como conexión de su boca a mi ensalivado sexo, como la última vez. Tantas ansias creadas através del móvil, tantas pajas dedicadas en confinamiento, tantas ganas de morder sus labios, dudaba de mí, de mi capacidad de cumplír, de llevarla al éxtasis, mucho tiempo masturbandome pará lidiar con la frustración seguro que habían hecho mella en mi aguante.
Tras pasar lo que me pareció una eternidad, llegué a su casa, salí de coche, la calle estaba tranquila y desierta en la madrugada, una ventana abierta e iluminada en aquel edificio me invocaba cual mosquito en la oscuridad, recogí las llaves que allí me esperaban y fui dirécto a su casa.

Al entrar en ese piso, no pude controlar al hambre, no sé dónde dejé mi mochila llena de juguetes y preservativos, me acerque a ella que me esperaba con una sonrisa, no recuerdo si nos saludamos, simplemente fui a su boca y empecé a comermela, ella dice "Que un beso es algo de dos, y que por qué uno sepa besar muy bien, si no tiene quien le acompañe no sirve de nada". Sea como sea, nos besamos durante un tiempo, me encanta el olor a frambuesa, nuestras lenguas jugabas y se enredaban, los labios apretaban y aflojaban al unísono, las manos tocarían lo que querían comerse, yo sus nalgas y sus pechos y ella mi erección atrapada en el vaquero, nos movimos al sillón, era lo que había más cerca, continúe con su boca pero no me saciaba, continúe con sus pezones mientras nos desnudábamos, ese pircing elegido para mí me volvió aún más loco pero no me saciaba así que baje a su sexo, lo primero que hice fue olerlo, de abajo hacia arriba, lentamente como si me lo esnifara, directo a la pituitaria, tanto tiempo sin oler un coño y ese rezumaba por mí, no pude esperar a comérmelo, intenté hacerlo lento y con paciencia como me gusta, pero no pude, lametones de arriba, hacia abajo, metiendo mi lengua en cada pliego, lamiendo, absorbiendo y mamando ese gran clítoris, tras varios gemidos volví a subir a su boca, quería que ella tuviera el placer de saborear su propiedad humedad, baje mis calzoncillos y la penetré, una estocada certera y profunda que tuvo que resonar en su hipotálamo, su entrecejo se frunció, sus ojos se clavaron en los mío y gemido sordo salió de su boca en forma de "o", no me pedía piedad, quería más, pues ella también estaba hambrienta. El sentido del tacto ahí dentro es increíble, ni el infierno está tan caliente, hasta mis testís se impregnaban al chocar contra los labios superiores, hicimos varias posturas, el ansia crecía, nunca he follado a nadie tan duro, en el misionero ella levantaba las piernas y podía taladrarla completamente, le pude escupir en la boca, encima de mi casí me parte en dos, cuando estábamos a cuatro patas y no podíamos más, le escupía en el culo, le metía el pulgar en el sagrado asterisco, tiraba de su pelo mientras la enfondaba contra el respaldar del sillón ante una preciosa vista de sus nalgas marcadas por mis manos, le susurraba que esto es lo que deseaba desde hace tiempo, que era una necesidad para mí semen rellenará cada agujero de su cuerpo, esto duro bastante la verdad, apenas podía con mi alma cuando ella llegó al orgasmo, bastante brutal, se notó que llevaba tiempo aguantando me apretaba tanto, los balbuceos de ella, apreté dentro para que se sintiera llena. Embadurnados en sudor, la casa olía al almizcle del sexo, beber agua fue una escusa para follarmela en la cocina, apollada, exhausto le dije de ir a la cama, ella me la empezó a comer, le dije de hacer 69, quería que yo me corriera también, pero no podía, su húmeda boca hizo todo lo que ella bien sabía hacer, garganta profunda, salivada, volvieron a crear puentes de saliva, me lamía desde mi culo hasta mi glande en una velocidad sobrenatural, por último empezó a tratarsela y a follarse la boca moviendo el cuello como una profesional, tras varios minutos, me corrí, fue breve y bastante leve pues andaba agotado, ella seguía y seguía, la poca corrida que habría soltado se la abría tragado en la vorágine de succión, el placer de cuando siguen chupando es tan intenso que sentía calambres y los piernas temblaban. Tras una breve conversación, descanso y mimos nos duchamos, los dos tenemos cierta afinidad con el agua, eso si, a diferentes temperaturas, empezamos a jugar mientras el agua templada nos acariciaba, nos besarnos, la gire para darle una nalgada y comerme su cuello, ella me agarró el miembro y lo introdujo en su culo, apreté lentamente, estaba muy abierto, seguíamos cachondos, seguíamos hambrientos, rápidamente noté como se me endureció más y más, el tacto y la presión del chiquito me puede, ella notó como mi cuerpo seguía mandando sangre a mí miembro haciéndola más grande, más gorda y más dura durante el muy breve periodo de no retorno, explote en el fondo de aquel dilatado recto, la saque medio segundo para ver cómo la llenaba y un borboton se me escapó en el borde del ano que fue limpiado por la ducha al momento, se la volví a meter con la inercia y me termine de correr, mientras me la seguía follando, fueron pocos segundos, pero para mí unos minutos de placer, la seguí envistiendo, encaramado en la ducha, no podía dejar a medias a quien me había regalado tal orgasmo, no se cómo aguante los shocks eléctricos de placer sombre el glande y que mi exitación no bajará, no sé cuánto tiempo estuvimos así, ni cuánta agua malgastamos pero al fin llegó, simplemente... sin palabras, solo hay jadeos ahora en mi cabeza...

Decir que al día siguiente seguimos follando y jugando hasta que al fin nos saciamos el uno al otro, pero eso ya es otra historia 😉

Publicado por: pibe22
Publicado: 17/06/2020 13:16
Visto (veces): 254
Comentarios: 3
A 13 personas les gusta este blog
Comentarios (3)

lois-y-peter | 08/07/2020 19:15

Mi mas sincera enhorabuena, por el relato y por la panada de comer que te diste

pibe22 | 08/07/2020 20:05

Jajaja eres Jesucristo!

lois-y-peter | 08/07/2020 20:06

Espero que no, que a él se le escapo Maria Magdalena, jejejeje

juan8264 | 18/06/2020 12:17

Buen relato y buena cena jajaj y desayuno, espero siga teniendo hambre y lo pueda saciar Saludos

pibe22 | 18/06/2020 13:11

Pues últimamente no tengo hambre ni estoy saciado, pero son épocas, gracias por el comentario Sr.

lapetitemort | 18/06/2020 00:21

Joder! Mira que te lo pasas bien, jodío... quién habrá sido esa afortunada.. me encantó el relato, cielo. Un besote!!!

pibe22 | 18/06/2020 13:13

Gracias por el comentario, coleguita, a ver si te animas a escribir tu, que se te da mejor que a un servidor. Un abrazo fuerte!

Nuestra web sólo usa cookies técnicas para el correcto funcionamiento de la web. Más información