Dos citas con Rafa

Son muchas las páginas para tener contacto o relacionarse con personas. En una de ellas, conoció mi mujer a RAFA, por ponerle nombre a este chico. Tras hablar y conocerse por internet y pasarlo luego a su móvil, decidimos conocernos los 3, en una cafetería de Carrizal.

La verdad que nos gustó su presencia física, al verlo, pero sobre todo nos encantó su interior, tras la buena conversación mantenida con él, mientras tomamos tranquilamente un café, sentados en la terraza.

Tal fue así, que, a pesar de ser la primera vez que nos veíamos, decidimos montar todos en mi coche y dirigirnos a Vargas, ya que según nos dijo él, hay buenos sitios para morbosear en el coche.

Así fue, llegamos y me indicó por donde entrar por un camino de tierra, para llegar a un sitio discreto, para poder jugar él y yo con mi mujer, tal como empezamos a hacer, caricias de ambos a ella, tocamientos, comidas tanto de nosotros a ella, como de ella a nosotros.

Tal fue así, que a pesar de lo molesto que es hacerlo en el coche, por la incomodidad del mismo, todos salimos satisfechos de este primer encuentro que tuvimos, pues el morbo de la situación, fue una pieza que jugó a favor de eso, el hacerlo al aire libre, sabiendo que nadie iba a venir ni a vernos.

Al terminar en este primer encuentro que tuvimos, me llamó la atención, una cosa que me dijo RAFA, y es que después de correrse, cuesta Dios y ayuda hacer pis, de lo cual no me había caído yo en eso, hasta que él lo comentó.

Nos montamos de nuevo en el coche y volvimos a donde él había dejado el suyo, hablando por el camino de lo bien que lo habíamos pasado.

No quedó ahí la cosa, ya lo teníamos los dos fichado a RAFA en nuestros wasap, por lo que fuimos manteniendo el contacto, hablando de lo bien que lo habíamos pasado y planificando volver a vernos, como sucedió.

Esta vez, lo planificamos de modo que acudimos a su casa, cuando le cuadró, por su trabajo, estar libre y tranquilo, viéndonos a la hora convenida. Fue llegar y tras los saludos de rigor, sentarnos a disfrutar, tomando una copa y hablando tranquilamente.

Yo había hablado con él por mi wasap, de cosas que quería hacer y él también me comentó que no le importaba que hiciera esas cosas, es más quería que hubiera juego y morbo en este encuentro, desconociendo yo, que nuestro amigo RAFA, había jugado a 2 cartas, al haber tramado conmigo unas cosas, mientras que acordó con mi mujer hacer otras que desconocía.

Así fue como mi mujer, salió del salón y se dirigió ella sola a la habitación, y tras avisar a RAFA de que estaba preparada, éste me dijo, venga a que esperas, tu mujer te está esperando, y vaya que si me esperaba, se había quitado la ropa y quedado con la linda lencería que llevaba puesta, tendida en la cama, haciéndome sentar a mi, en una banqueta que había en la habitación, totalmente desnudo yo, sin poderme tocar, por orden de ella, mientras ella se tocaba y acariciaba con sus manos y dedos, sin dejar de provocarme, situación que me ha hecho tener una de mis erecciones más largas y profundas que recuerdo en mi vida, más cuando no pude tocarme, por órdenes de ellos, mientras RAFA nos veía desde la puerta.

Tras este buen juego que tuvo mi mujer conmigo, fruto de lo que había tramado RAFA con mi mujer, le cedí el turno a RAFA para que jugara con ella. Pasó dentro y se quitó la ropa delante de ella, quedándose bien pero que bien duro, pues se había gozado también la situación vivida antes.

Mi mujer al verlo, se iba a abalanzar a esos 18/20 gordos y duros centímetros que estaba viendo, pero ahí surgí yo, diciéndole, ¿Que vas a hacer?, ¿Quién te ha dado permiso para que la vayas a tocar?, apartándola y no dejando que la tocara. Me acerqué a la polla de RAFA, él no es bisexual pero lo habíamos hablado y no le importaba, agarrándola yo con mi mano y mirando para mi deseosa mujer, diciéndole, ¨Mira, mira, lo duro que se ha puesto el amigo, no veas como está de dura y gorda, ¿la quieres?”. Ella me dijo que si y sin soltarla se la pasaba por su cara y labios sin dejar que ni siquiera la lamiera, diciéndole “¿La deseas?, pídela”, y no veas como me pedía que no fuera malo con ella, pero la hice sufrir, no mucho, dejando que su lengua y labios jugaran con ella.

A partir de ahí, dejé a mi mujer en manos de RAFA, que no vean como gozaba de la buena lamida y comida de polla que le hacía mi mujer, mientras él le iba quitando la lencería, acariciando y besando su cuerpo, para luego tenderla en la cama y saborear el delicioso coñito tan rico que tiene ella, no vean como la hacía gemir y gemir, gemidos que llegaban al salón, pues además de verla, me retiré allí para refrescarme tomando un trago de mi copa y disfrutando de los gemidos que llegaban de la habitación.

Cuando regresé a la habitación, me senté en la butaca donde estuve cuando mi mujer me calentó, a observar la linda escena que tenía a la vista, mi mujer tendida boca arriba en la cama y nuestro amigo, RAFA, sobre ella, poseyéndola y no vean como, pues en ese momento, tal como sucede en nuestros tríos, ella era de él y él de ella, gozando ambos de la situación como tiene que ser.

Al terminar RAFA con la tremenda corrida que tuvo, se recostaron ambos sobre la cama, para tomar aire y pasar luego al baño asearse, no sin darnos las gracias a ambos por la buena sesión habida, indicándole yo a él, que las gracias eran mutuas, no solo por lo que disfrutó mi mujer, cosa que siempre hace y en esta bien que lo hizo, sino por el juego habido, por cómo me puso mi mujer a mi, tocándose y acariciándose como lo hizo, y como pude estar de voyeur (de vista y oido), cuando estuvieron juntos.