Una casa llena de cuadros

Una casa llena de cuadros

Hacia tiempo que habíamos hablado por la app, hubo un día que solo quedamos en la calle para ponernos cara y al paso de los meses decidimos quedar.
Él era un tío de unos 50, de muy bien ver, canoso y de pelo engominado muy atractivo, hacia deporte y estaba en forma.

Cuando intentábamos quedar, el problema era que solo podía de mañana, y yo curraba, en este caso un día que no trabajé contacté con él y así poder al final vernos.
Llegó el momento y me dijo que sobre las 12 de la mañana me avisaba, ya que tendría una reunión telemática pero en cuanto acabara mandaría un mensaje. Tanto él como yo, estábamos muy cachondos.

Al par de horas me comenta que había terminado y que hay un chico de 25 años que quería follarlo, y si le importaba que hiciéramos un trío, me enseñó su foto y le dije que si. Era un latino y se le veía un buen pollón, ellos ya habían quedado anteriormente, eran follamigos.
A los 15 minutos me acerqué a su casa, un cuarto piso de escaleras, llegué agotado pero al verle semidesnudo me espabilé.

Llevaba una Camisilla blanca y un bóxer de algodón blanco, muy morboso, mientras el miraba el móvil para ver si llegaba el otro yo me iba acercando a su polla y lamiéndosela poco a poco comencé a excitarlo, menudos huevasos tenía!.

Ya estaba muy excitado y con ganas de follar, pero esperamos al chico, aun así íbamos precalentando comiéndonos la boca, los pezones e incluso me iba comiendo el ojete, le flipaba mi culo velludo, postrado en el sillón y abierto para él.
Observaba su salón lo curioso que era, llena de cuadros de todo tipo, en el pasillo, la entrada, un auténtico museo.

Al rato le escribe el chico que estaba llegando y así fue, tocó el timbre y subió. Le dije al tío que dejara la puerta abierta para que al entrar nos viera como se la mamaba, y eso hicimos, el entró y directamente se quitó sus pantalones de deporte y me dio su polla para mamarla junto con la otra, que ricas aunque la del joven estaba mucho mejor, más gordita y negrita como buen cubano.

El cincuentón estaba tan cachondo que estaba apunto de correrse pero no quería aún y el otro comenzó a mamárnoslas con unas ganas tremendas, mientras yo le morreaba al otro, era un verdadero placer.
Hasta que ya no pudo más y dijo ¡me corro!, ahí en ese momento nos abrazamos los tres pajeándonos para corrernos agusto, y menudas 3 lechadas que se impregnaron por las piernas y el suelo del salón.

Me fui la baño a limpiarme, mientras el joven se marchó. Podríamos haber estado más tiempo y haberle follado pero el precalentamiento hizo que fuera más rápido todo y corrernos, eso si lo pasamos en grande.
Con ganas de repetir en otra ocasión.

Espero les haya gustado mi relato.
Saludos a tod@s

Publicado por: chicharron
Publicado: 23/06/2021 00:26
Visto (veces): 222
Comentarios: 2
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Comentarios (2)

discr-tfe | 30/06/2021 22:30

Wow, que maravilla!

chicharron | 04/07/2021 13:38

Gracias!!!

guascaman | 25/06/2021 16:25

Me ha encantado me pongo muy cachondo con tus relatos que encuentros más morbosos tienes

chicharron | 26/06/2021 01:01

Muchas gracias guascaman!!!

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