Era un día entre semana y me decidí a ir a darme un baño a la tejita, tas aparcar el coche me dirigí hacia la zona de la montaña, casi al final. Una vez allí vi que casi no habia gente y me desnude y comencé a remojarme en los charcos, al rato pasó un chico de unos 30 años extranjero y bastante rellenito, el estaba algo lejos y también desnudo, no nos prestamos demasiada atención en principio. Al rato yo me levanté de mi toalla y empecé a caminar por los charcos, ahí me di cuenta de que el me miraba, eso me dio un poco de morbo y me acerqué un poco más, entonces el se volteó y me mostró la polla más grande y gorda que había visto, eso me puso a mil y mi cuerpo palpitaba solo de verla, jugamos un ratito a mirar y ser vistos, y entonces me acerqué a el y empecé a acariciar aquel pollon que ya de tan cerca era súper grande y lo tenía muy duro, empecé a masturbar lo lentamente recordándome en aquella maravilla, luego comencé a lamerlo suavemente mientras el jadeaba, no me cabía en la boca pero se la comi un buen rato, luego segui masturbandolo hasta que soltó un buen chorro de leche calentita que escurría entre mis manos, seguí acariciabdola un poco más y luego me retiré a mi toalla mientras el recogía sus cosas y se marchaba con carita de satisfaccion.