Una gata caliente

Una gata caliente

Santa Cruz de Tenerife, en agosto buff que calor, salir del intercambiador  y subir hasta el Centro Comercial Meridiano tarea de titanes, aun buscando la sombra en aquel 19 de agosto de 2022. Pensaba cumplir con los dos recados y buscar una terraza para tomar una cerveza y refugiarme en el hotel hasta la hora de comer, no estaba la cosa para mucho más.  Pero las cosas de la vida ganas de ir al baño total que entro por aquel pasillo negro y la veo allí y me sonríe, buf que rica estaba con aquel traje ligero, que pena una ráfaga de aire para que se elevara como un globo y ver algo más que sus lindas piernas. Total que paso rumbo al baño y ella sigue detrás mío, y entra en el baño de las féminas.
Al salir después de hacer cola pues debe ser que a varios nos dio ganas de orinar, salgo y a deshacer el camino con la bolsa pesando con los dos recados, en busca de una cerveza. Y vaya estaba fuera mirando los escaparates, pero bueno para eso se va a un centro comercial. Total que en mis pensamientos salgo y veo enfrente el emplazamiento ideal terrazas a la sombra al menos a esa hora, cruzo casi pasando de los semáforos y me siento en la única mesa libre que había, bingo hubo suerte, la camarera que estaba cerca me pregunta y le digo que mejor un vaso de agua con gas, hielo y limón.
Mientras esperaba, miro a mi derecha y observo como la chica que me sonrio al entrar al pasillo de los servicios sube la rampa de acceso al lugar donde están las terrazas de los bares de aquella zona y viene directa a mi mesa. Con una gran sonrisa me pregunta que si puede compartir mesa conmigo ya que todas están ocupadas, dude que contestar pues hay tanta cosa rara en este mundo que no sabía qué hacer, pero me arriesgue y le dije que sin problema.
La conversación empezó típica, que si el calor, que el cambio climático, que si esto y lo otro. Todo de lo más normal hasta que me dispongo a beber un sorbo del agua que pedí mientras ella jugaba con sus labios con la taza del café que pidió. Entonces fue más directa y me pregunto si estaba solo y que si el viaje era de placer, y le dije que si, tampoco le iba a contar mis asuntos. Entonces con la sonrisa más picara que recuerdo en una mujer me dijo, que si mi viaje era por placer me podría ayudar que ella vivía en los edificios en frente del centro comercial y que si me apetecía ella se ofrecía en ayudarme en lo del placer pues tenía el problema que las altas temperaturas la ponían cachonda y necesitaba más sexo de lo habitual.
Yo no sabía cómo reaccionar por segunda vez estaba descolocado, pero un mecanismo interior me impulso a decir que si, que estaba dispuesto a comprobarlo. No sé porque me entro una tremenda urgencia por pagar mientras ella se encaminaba a bajar las escaleras y detenerse en el paso de peatones para ir a su casa. Los cambios de semáforo se me hicieron eternos y ya sentía como mi polla palpitaba dentro del pantalón.
Al entrar en casa se me acerco y me beso con cariño pero fuerte, mientras se apretaba contra mi y yo aprovechaba para estrujar sus nalgas entre mis apresuradas manos. Intuyendo mis prisas se separo y me dijo que no fuera tan ansioso, aprovecho para sacarse el vestido y el sujetador mientras me invitaba a desnudarme y sacarle las braguitas y disfrutar y hacerla disfrutar de los que aquellas braguitas cubrían. Con la rapidez de superman me desnude liberando a Willy de los calzoncillos, la tumbe en aquel tresillo y besando su vientre y su ombligo fui bajando hasta ir retirando la ultima resistencia de tela, para dedicarme en aumentar el sonido de sus suspiros, mientras ella jugaba con mi pelo, cruzo las piernas detrás de mi espalda mientras se arqueaba hacia atrás y me empapaba el bigote y la boca.
Sin decir palabra se levanto y me condujo a la cama en donde me tiro, y se acerco maullando a mi  polla y empezó a darme una mamada como una gatita caliente. Cerré los ojos y me deje llevar hasta que sentí que paro y se movía entonces se incorporo sobre mi previa colocación de un condón, y se introdujo mi polla dentro de ella y empezó a cabalgarme rítmicamente, y mientras me apresaba la manos contra la cama y no me dejaba tocarla, mientras incrementaba el ritmo, por favor y sentía subir la calentura por los pies, no podría aguantar mucho sin correrme. Ella empezó a gemir fuerte y eso ya me remato, con sus manos en mis tobillos revirada hacia atrás con mi polla ensartada me hizo correrme hasta quedar como asfixiado, y ella casi unos segundos después me mojaba el vientre con sus flujos.
Se quedo sobre mi mirándome seria, y soltó una sonora carcajada ante mi cara de desconcierto y fatiga. Me indico donde estaba el baño, que me aseara. A lo cual accedí rápido y cuando Salí tenía mi ropa encima de la cama esperándome, entendí que era una indicación que todo había terminado. Al salir de la habitación allí estaba ella en braguitas ofreciéndome un vaso de agua que acepte. Al terminar te pillo del brazo y me dirigió de la puerta, me maulló me beso y abrió la misma, obedientemente me fui como hipnotizado, baje en el ascensor sin todavía creerme lo que me ocurrió  y como un zombi me fui al hotel, estuve todo el día como en una nube y al día siguiente, anule mi agenda y estuve toda la mañana entre el centro comercial y la terraza, pero no la vi, y es que no recordaba que portal ni piso fui.
El domingo en el aeropuerto estaba aun en estado de despiste brutal, y hoy cinco días después lo escribo para que no se me olvide mi encuentro con una gata caliente.

Publicado por: auritaloco
Publicado: 24/08/2022 16:00
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