¿Un cafecito?

¿Un cafecito?

Un café siempre es una buena opción para conocer a alguien en una primera cita a ciegas, aunque en nuestro caso no fuera de la forma más habitual, pero empecemos por el principio.

Cuando ya había creado mi cuenta en la página web, él fue de las primeras personas en contactar conmigo. Lo más probable es que fuera porque en la foto que elegí como imagen de perfil se veían mis pies cruzados en el aire y, como su nick indicaba, él sentía cierto fetiche por esta parte del cuerpo. Además de que le gustan las chicas entraditas en carnes. Por el contrario, yo nunca me había sentido atraída por la idea de que otra persona se excitara con mis pies, pero sus mensajes siempre cómicos y depravados me habían cautivado. No había publicación mía que no tuviera su “me gusta” y su comentario de rigor. Gracias a este feeling, pronto comenzamos a hablar por Whatsapp, lo que facilitó que el buen rollo que había entre nosotros se convirtiera en una camaradería de lo más entretenida.

Él era casi diez años mayor que yo, pero mentiría si dijera que esa diferencia de edad era palpable a la hora de hablar. Me encantaba escuchar sus historias en el mundillo y todas las locuras que había hecho hasta la fecha, pero más me gustó saber que, a pesar de su infinita experiencia, tenía una espinita clavada por una fantasía que no había podido
cumplir. Siempre había querido llegar a casa de alguien a quien nunca hubiera visto en persona y que ésta le estuviera esperando totalmente desnuda, con los ojos vendados y a cuatro. No había más que hablar, ¡yo era su chica!

Pasado el confinamiento tratamos de quedar durante meses, pero por una u otra razón parecía imposible. No sólo la distancia entre nuestras casas era considerable, sino que su trabajo y mi apretada agenda tampoco parecían querer darnos un respiro, por eso no fue hasta finales de agosto que pudimos organizar nuestro ansiado encuentro. 

Dadas las indicaciones de dónde estarían las llaves y cuál era mi puerta, me preparé para recibirlo como habíamos establecido. Cabe destacar que para dar un plus de diversión a su fantasía, coloqué todos mis juguetes sexuales en la mesita que tenía en mi habitación, (tal como había hecho con la Señora algunas semanas antes) como si de la mesa de
trabajo de un cirujano se tratase, salvo el antifaz, ya que, obviamente, era lo único que debía llevar puesto.

Su voz grave saludando al entrar en mi casa taladró mi cerebro como mismo esperaba yo que su lengua hiciera en mi culo después de todas las veces que me lo había hecho imaginar a través del teléfono. Y no decepcionó. Después de escuchar su jocosa risa al ver los utensilios que había dispuesto para él, sentí cómo su cara se enterraba entre mis nalgas. No era capaz de articular palabras. De mí, sólo salían gemidos, jadeos y suspiros arrancados por el morbo y el placer de aquel momento. Quería que se recrease conmigo y aplacase los meses y meses de calentón, así que simplemente me dejaba hacer. 

Debió notar mi actitud complaciente porque no tardó en dejar salir su lado más fetichista. Me hizo girar hasta quedar tumbada en la cama y fue directo a mis pies. Ya me había dicho más de una vez que le gustaban mucho, así que en cierto modo, me esperaba que llegase ese momento aunque él sabía que no era una práctica con la que me sintiera del todo cómoda. Sin embargo, supongo que porque tenía mi libido al dos mil por ciento, no sólo me gustó cómo paseaba mi pie por su cara mientras su lengua jugueteaba con mis deditos justo antes de introducirlos en su boca, sino que descubrí una forma nueva de sentirme deseada.

Una vez saciado de mis piececitos quiso que le demostrara si lo que yo le decía sobre lo mucho que me gustaba proporcionar sexo oral era cierto. Mis ojos continuaban anulados, por lo que él jugaba con ventaja. Su miembro me sorprendió golpeando mis labios y mi reacción fue instintiva, abrir la boca y sacar la lengua. Mi mano, a tientas,
buscaba agarrarlo para ayudarme a realizar la felación con la que tanto tiempo habíamos fantaseado ambos. Creo no haberle decepcionado, puesto que en la publicación que escribió sobre nuestro encuentro días después hacía referencia a las habilidades que había empleado al deleitarme con su prominente glande.

No sé cuántas veces intercambiamos papeles comiéndonos el uno al otro todo lo comible. Y cuando digo todo, es todo. No hubo parte erógena de nuestro cuerpo que no probásemos el uno del otro antes de que decidiera devolverme el sentido de la vista liberándome del antifaz. A partir de ahí nos dedicamos a follar como los morbosos depravados que sabíamos que éramos.

Una vez ambos habíamos llegado al clímax tocaba relajarse y, ahora sí, presentarnos de la forma tradicional. Tras los dos besos que marcan los cánones en estas situaciones, aunque hacía pocos instantes nos estábamos devorando todo el cuerpo, como la buena anfitriona que me gusta ser, le ofrecí un café que acompañamos con una divertida
charla sobre nuestra odisea para poder lograr conocernos, cómo nos lo habíamos pasado
durante esa mañana, etc.

Tocaba despedirse y, aunque de buena gana nos hubiéramos lanzado a un segundo round, las responsabilidades no perdonan. Sin embargo, minutos después de haberse ido, este loquito al que hoy sigo considerando un gran colega, aún me iba a sorprender. 

A mi teléfono llegaron tres fotografías desde su número. Dos en las que se me veía cegada por el antifaz protagonista de su fantasía, una en cuatro y otra tumbada boca arriba. Y una tercera imagen de su lengua lamiendo con gusto los deditos de mi pie. Este cabroncete nunca defrauda.

Publicado por: lapetitemort
Publicado: 06/06/2023 12:38
Visto (veces): 292
Comentarios: 4
A 27 personas les gusta este blog
Comentarios (4)

dandyfetish | 15/07/2023 15:46

Magnífico relato y morboso a tope! Quién pudiera!!!🤓

lapetitemort | 16/07/2023 02:27

La verdad es que no llegué a preguntarle qué le moló más, si el recibimiento o el café. A ver si le pregunto un día jajaja.

dandyfetish | 18/07/2023 13:38

Yo creo que debió irse encantado con todo y jarto de comer

rjmencey | 07/06/2023 01:35

Una fantasía realizada... genial

lapetitemort | 08/06/2023 00:24

La verdad que sí estuvo genial, aunque es algo que pasó hace ya un tiempo jejeje.

zekitfs | 07/06/2023 01:32

Uff ya con solo hacer volar mi mente leyendo ese relato, que ganas de poder probar ese cuerpo y que tú probarás el mío. Muy caliente

lapetitemort | 08/06/2023 00:23

Agradezco el comentario, pero hay una foto en la que queda claro que hay un collar que le otorga mi propiedad a otra persona, así que no soy yo con quién debes negociar jajajaja.

interesante50 | 06/06/2023 15:43

Que alegría volver a saber de ti, y tus fantásticos relatos, siento envidia sana, no solo por haber saboreado esos pies, como buen fetichista que soy, sino por la oportunidad de conocerte. Besos y a seguir escribiendo tan bien.

lapetitemort | 06/06/2023 23:16

Awww... Muchas gracias, mi niño. Besos 😘😘

Nuestra web sólo usa cookies técnicas para el correcto funcionamiento de la web. Más información