Una cita a ciegas

Una cita a ciegas

De repente conectamos, fotos sensuales que dejaban juego a la imaginación, algo mayor que yo y de fuera de las islas, aunque por trabajo la tenemos entre nosotros cada dos semanas.

Conectamos un lunes, empezamos a hablar el martes, el miércoles comenzamos a hablar de sexo, el jueves nos plantemos nuestras fantasías y el viernes aterrizaba en la isla para llevarlas a cabo.

Salgo de la reunión a las 21:00 y le escribo:
- ¿Ya estás en la isla?
- Acabo de llegar al piso
- Si estás cansada lo dejamos para otro día
- Estoy más cachonda que cansada, ven... la dirección es calle xxx número yyy piso zzz

Al llegar toqué el portero automático y subí en el ascensor, al salir la puerta estaba abierta, tal y como habíamos acordado, me esperaba sentada delante de la puerta con un  sexy conjunto de lencería y los ojos totalmente tapados.

Entré y cerré la puerta tras de mi, no articulé palabra mientras admiraba sus 160 cm, su pelo corto, su boca carnosa, sus grandes pechos y como temblaba de los nervios.

Despacio me acerqué a ella y le susurré al oido: hola. Dio un pequeño respingo y me devolvió el saludo. Dejé sobre una mesa la bolsa que llevaba conmigo y que contenía una cuerda y una pluma.

Ella seguía sentada, me acerqué a ella por detrás y besé su cuello... nuevo respingo. cogí sus manos y las até a su espalda. Ahora ella era toda mia, ella lo sabía y me dijo:

- Tú mandas.

Rápidamente le arranqué la ropa interior y mi lengua comenzó a recorrer su cuerpo desnudo y vulnerable. cuando me iba acercando a su sexo mojado paré, di un paso atrás y dejé que la incertidumbre se apoderara de ella. Cogí la pluma y empecé a rozar su cuerpo con ella.

Me puse de rodillas frente a ella y mi lengua se abrió camino entre sus piernas acariciando su sexo, lamiendo su sabor y mezclándolo con mi saliba. Justo ahí fue la primera vez que se corrió.

Me desnudé, mi polla dura estaba deseando sentir su boca, la bajé de la silla y de rodillas comenzó a comerme la polla. La levanté en peso y la llevé hasta la cama, donde nuestras bocas se fundieron en vartios y apasionados besos, hasta que me pidió que la follara.

Mi polla se introdujo en ella mientras sus piernas me rodeaban atrapándome dentro de si. Nuestras lenguas no se separaban nos giramos y ella se puso encima, cabalgándome mientras sus pechos se movían al compas y mis manos se aferraban a ellos hasta que los dos explotamos de placer.

Sudados y exhautos nos abrazamos y besamos... me duché, me vestí, me fui del piso, sin que ella se hubiera quitado la venda en toda la noche, y le dije:

- Ten en cuenta que puedo ser cualquiera con el que te cruces por la calle. No sabrás quien soy, pero yo si quien eres tú.

Hemos quedado en volver a seguir cumpliendo fantasías cuando vuelva a la isla, así que ya las contaré por aquí.

Publicado por: canariox
Publicado: 06/06/2023 16:25
Visto (veces): 260
Comentarios: 3
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Comentarios (3)

rjmencey | 12/06/2023 13:51

Ñossss, que intriga, que poder del chico y que control ella... divertido relato

mikitfe | 12/06/2023 09:33

Gracias por compartir el relato es muy morboso

pollotron500mg | 12/06/2023 08:18

Que buen relato, te felicito, me eh puesto hasta cachondo🤣🤣

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