El bosque encantado.

El bosque encantado.

Hace una eternidad que descubrí a esa chica en lo frondoso de un bosque, en una desnudez que la propia naturaleza se sentía cómoda ante ella y la arropaba con las copas de árboles danzantes ante una belleza serena y natural, cuando la ví, me escondí tras unos arbustos, no quería que me viera.

Ella se desnudaba lentamente, como la brisa que acompañaba en aquella primavera, con cada prenda que caía al suelo, yo me perdía ante aquel cuerpo que la naturaleza amablemente me había invitado a disfrutar. El tiempo se detenía con cada suspiro que emitía, la ví acostarse sobre un tronco, con las piernas sobre la tierra.

Empezó a tocarse, se acariciaba sus pechos, mientras mordía su labio inferior, aquella imagen hizo que me temblaran las piernas y tuve que sentarme sobre la hierba para recuperarme, cuando volví a asomarme, estaba tocándose, mientras se aceleraba su respiración, yo la acompañaba con cada suspiro, ella apretaba su espalda contra aquel árbol, sin saber el por qué, me quedé sin aliento, mientras crecía mi pene, suplicando salir, para ser tocado por mí.

El tiempo voló y ella se levantó dejándome ver las marcas que aquel tronco, había dejado sobre su espalda, esa imagen se grabó con fuego en mi memoria. Volvía todos los días a la misma hora para volverla a sorprender, pero ella no se dejaba ver y la frustración me desanimaba.Pasadas unas semanas de desesperación, la volvía a ver entrar en aquel bosque, la seguí a hurtadillas, pues quería estar mas cerca de ella. 

Comenzó con su ritual mientras la brisa movía su cabello, haciéndola mas bella, estaba desesperado por ver su cuerpo desnudo acostado sobre ese tronco, el cual había visitado algunas veces para sentirme mas cerca de ella.Esta vez mi pene se adelantó a los acontecimientos y mi instinto me dijo que cogiera una caña que estaba cerca de mi mano, ya ella estaba desnuda y tocando su cuerpo con lujuria, jadeando mientras observaba las copas de los árboles, me acerqué con sigilo, hasta estar a un metro de distancia, ella no se percató de mi presencia y sin darme cuenta, golpee con la caña sus pechos, ella se arqueó sobre el tronco.No sabía lo que estaba haciendo, pero intuía que estaba bien, así que seguí golpeando sus pechos con la caña, dejando sobre su cuerpo, unas marcas rojizas, pero ella no me miraba, estaba extasiada, como en otro mundo, dejando caer sus manos a ambos lados tocando las flores que habían brotado esa primavera.

Me acerqué a ella y la acaricie, con miedo a ser rechazado, pero ella agarro mi mano y la llevó a sus pechos, mientras apretaba su mano sobre la mía, yo apretaba con fuerza sus pechos, ella gemía de placer, mientras admiraba su belleza, mi mano se soltó y acaricie su sexo, primero con dulzura, pero mi mano actuaba sola y empezó a golpear su sexo con la palma, ella abrio mas las piernas, dejandome seguir con mi juego sádico.

Terminé penetrandola con violencia, apretando con mi peso su cuerpo sobre ese tronco rugoso, que le dejaba, esas marcas sobre su espalda inmaculada y blanquecina. La usé a mi placer, mientras gemía ante cada acometida de mi miembro, se abrazó a mí, gritando de placer.Cuando mi semen, cayó sobre su cuerpo, ella susurró, gracias, aquella primavera, nos volvimos a encontrar en aquel bosque mágico, nunca nos dijimos nuestros nombres, solo disfrutamos de nuestros deseos. Cuando acabó la primavera, no la volví a ver. Pero esa aventura nos dejó marcas en nuestros corazones y aún la recuerdo.

Publicado por: dakar
Publicado: 24/07/2023 20:37
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