Mis mejores polvos II

Buenas, me gustaría empezar dando las gracias a todas las personas que tuvieron buenas palabras con la primera parte. No esperé que tuviese esa repercusión, os estoy muy agradecido.
Esta vez fue con una persona que no conocí en esta página, fue en otra que lamentablemente ya no existe. Yo seguía buscando maduros, que siempre ha sido mi kink, y esta vez me contactó un señor muy amable, con el que conecté al instante.

Hablamos mucho, y él estaba muy interesado en alguien más joven que él. Yo tenía entonces 24 años y el 57, por lo que, por mí, genial. Hablamos durante unos días, pero había muchas ganas de quedar, y siempre que me iba a atrever me inventaba alguna excusa para no quedar, porque me seguía poniendo nervioso. Recuerdo que era en verano, y hacía mucho calor en la calle, pero un día salí y sin pensarlo me subí en la guagua. Pensaba que bueno, si me arrepentía siempre podía volver y listo, pero durante el trayecto, recuerdo hablarle para avisarle de que iba en camino, y él ya estaba super cachondo. Me mandaba muchos mensajes, fotos, estaba preparado. Así que con el morbo de la situación no presté atención al viaje y, cuando me quise dar cuenta, ya era mi parada. La guagua me dejaba literalmente en la esquina donde estaba su casa. Ahora ya no había excusas, solo tenía que dejarme llevar por lo que sentía, subir y disfrutar del momento.

Toqué el telefonillo, me abrió al instante, y me subí al ascensor. Recuerdo que, cuando las puertas se cerraron, me percaté que ya respiraba un poco agitado y estaba algo excitado. Salgo del ascensor, busco la puerta que me había dicho, y toco. Pocos segundos después me abre un señor que ya viste canas, no muy atractivo, con su barriguilla y una amplia sonrisa. A mi el aspecto físico nunca me ha importado, solo busco alguien que me folle bien. Entro a su casa, muy bien decorada, amplia y luminosa. Me ofrece una bebida y me hace un pequeño tour, la verdad que es una casa impresionante. Pero ya a ambos se nos notaba que queríamos "ir a más". Le pido ir al baño, y él me dice que me esperará en la salita del televisor. Entro, me desnudo, guardo todas las cosas en mi mochila, me atuso un poco el pelo, y me preparo mentalmente para ponerme en "modo puta" como me gusta llamarlo a mí. Salgo del baño, todavía un poco tímido y bueno... me encuentro a este señor ya desnudo completamente, sentado en el sofa, con las piernas abiertas, y masturbándose con algo de porno que había puesto en la tele. Me mira, y yo me acerco y me siento a su lado. Deja de pajearse y se gira hacia a mi, y empieza a manosearme todo, aunque con énfasis en mi culo. Después de un poco de manoseo, me coge del pelo y suave pero firmemente me guía hasta mi premio. Unos 16-17 centímetros, pero muy muy gorda. Yo empiezo con los preliminares, primero pajeo un poco, la escupo, la voy besando... Y me atrevo a metérmela en la boca. Al ser tan gorda tengo que ir acostumbrando a mi mandíbula, él se echa para atrás, relaja las piernas y me deja a mí todo el trabajo. Realmente deseaba mucho llegar a ese momento, una vez más, estaba en la casa de un desconocido, entre sus piernas, saboreando y mamando mientras sabía que la cosa no iba a acabar ahí.

Continuo durante un buen rato mamando, yo me excito cada vez más y me suelto, me atrevo a mamar en varias posiciones diferentes, gimo y pido que me de pollazos en la cara mientras pongo morritos. Algunos trucos que uno va aprendiendo en Internet. La saliva cae abundante y libremente por el sofá mientras yo solo pienso en intentar meterla cada vez un poco más adentro de mi boca, y cada vez un poquito más. Él entiende mis intenciones, y de repente, mientras la tengo casi toda dentro de la boca, usa su mano para apretarme y me empuja un poco más. De la impresión abro más la boca y noto que, por fin, me llega a la garganta, lo que me hace atragantarse y toser un poco, pero aguanto unos segundos antes de echarme para atrás para poder respirar. Mi acompañante estaba disfrutándolo mucho, y yo más de lo mismo, pero quería más. Me dolían las rodillas ya del suelo, así que me pongo de pie, él se levanta y me empuja hasta el cuarto que estaba al lado, donde hay una cama y un gran ropero con espejo. Eso lo hace aún mejor.
Me tiro en la cama boca arriba para dejar que mis rodillas descansen un poco, y veo como saca un condón y se lo pone. Me coge del tobillo y me dice que en qué posición prefiero. Yo siempre he sido un amante de ponerme a 4, llamadme clásico, pero es la posición que más más me gusta. Me da la vuelta, y yo instintivamente pego el pecho a la cama y saco culo, poniéndolo en pompa. Siento su dedo como va acariciando la zona, a relajar mi ano para lo que está por venir, y eso me excita aún más, tanto que estoy mordiendo un poco la sábana, moviendo mi cuerpo para invitarle a entrar. Cuando termina, me preparo, y primero noto como entra su cabeza.

Como digo, es bastante gorda, así que le cuesta entrar, duele pero lo disfruto. Luego poco a poco va entrando el resto de la polla, hasta que consigue meterla entera. Noto como mis músculos palpitan y se van ensanchando, no suelo tener problema con eso. Ya está toda dentro, y como él no se mueve, empiezo a moverme yo hacia delante y luego hacia atrás. La sensación es todavía un poco ajustada pero siento perfectamente su polla entrando y saliendo de mí, y eso me encanta. Al poco, él toma la iniciativa, me coge de las caderas y empieza a embestirme muy fuerte. En la habitación se escucha cada embestida, cada cachetada que me da cuando me está follando, y yo estoy en éxtasis. Me tiemblan las rodillas, estoy sudando y gimiendo, tengo oleadas de placer que me recorren todo el cuerpo, cierro los ojos y solo me concentro en la sensación de que alguien esté penetrándome, que esté explorando mi intimidad y luego se deshaga de mi, que me use para darse placer y luego nada más. Aprovecho para mirar hacia un lado, y me veo en el espejo, la imagen que veo me encanta, estoy completamente sumiso mientras una persona que vagamente me suena me esta haciendo sexo anal bastante fuerte y sin miramientos. Estamos así bastante rato, él me aviso con tiempo que tarda en correrse, así que eso es un plus. Pero decido que quiero llevarme un recuerdo. Le pido que pare un segundo, pero que no la saque, y que me pase mi móvil. Enciendo la grabadora de video y se la paso, él entiendo perfectamente lo que quiero hacer. Me sigue follando mientras hace todo lo posible por apuntarme con el móvil y eso me ayuda a ponerme más a tono (siempre he querido probar a grabar porno), y un poco después, me avisa de que llega el momento.

La saca de repente (lo cual me hace un poco de daño) y se pone encima de mi pecho, con su polla apuntando hacia mi cara. En esa posicion, no tengo "escapatoria", todo va a caer sobre mi cara y parte de mi pecho, sobre mi pelo... Es de mis sitios favoritos. Me apunta con el móvil, yo se la cojo con ambas manos, y empiezo a masturbarle mientras él gime y se retuerce de placer. Poco después...
Siento un primer chorro bastante espeso que me cruza la cara. Luego, un buen par de chorros más caen detrás del primero, tanto que tengo que cerrar los ojos porque mi cara literalmente está chorreando semen. Unos últimos chorros caen sobre mi barbilla y mi pecho, por fin había ganado mi recompensa que tanto me había currado. Él se limpia su miembro en mi cara, y se levanta para ir al baño a limpiarse. Yo, como puedo, me aparto aquel líquido de los ojos, y en el espejo compruebo la escena, y aprovecho para sacarme una foto. Después de limpiarme, me deja ducharme, y aprovecho para adecentarme y volver al mundo real. Una parte de mi se sentía avergonzado y otra, muy satisfecho. Estuvimos hablando un poco más, charla banal, y al rato vuelvo a casa con el culo dolorido, un buen video y foto íntimos, y una propina que tuvo a bien de darme por lo bien que se lo había pasado.

Un día redondo.

#Muchas gracias por el tiempo invertido, si alguien quiere ayudarme con más "experiencias para escribir", que por favor me contacte por privado, gracias.