Una prueba de fuego.

El marido había hecho un sondeo. Buscaba un macho para intentar convencer a su esposa. No habían pasado de algún intercambio light e ir a curiosear y solo ver en algun local liberal de su reino unido. Al borde de los 50, a los dos les rondaban fantasías más oscuras, pero sus miedos y dudas les ponían freno. Él me confiesa q incluso tiene el plan preparado porque lleva mucho tiempo fantaseandolo. Me ha elegido a mi después de contactar a varios hombres muy poco hábiles con fotos directas y sin mediar palabra... Ya se sabe.
Ninguno de los dos son físicamente 10, pero a mi una mente dispuesta al disfrute me equivale a un físico q active mis instintos. Son dos caminos distintos q me llevan fácilmente al mismo deseado lugar. Y solo me interesa ella, en ese sentido por supuesto q me gusta colaborar y cooperar, ese es otro tema.
Me indica en los muchos correos previos q su mujer es tímida. Una señora en la calle y una golfa en la cama, q el hace mucho q no consigue satisfacerla pq no puede con su ritmo y actividad. Q lleva mucho tiempo pidiéndole hacer trios con otro hombre y siempre le contestaba q más adelante pero por fin se atrevió a darle el sí para estas vacaciones. El había traído una venda para los ojos escondida en el equipaje. Su plan era decirle q hoy tenía una sorpresa y q le iba a vendar los ojos. La complicidad de la fantasía y los acuerdos previos dejaban poco margen a la sorpresa y mucho al morbo.
Y allí estaba yo de repente, desnudo y empalmado como un animal, mientras ella sentada a lo pies de la cama, ojos vendados y con un body de rejilla negro, chupaba muy despacio la polla de su marido. Sutilmente el había dejado la puerta encajada y me había dado las instrucciones. Número de habitación y cerrar al entrar... Tenía q ser escrupulosamente puntual, algo fácil para mi. Después el plan era quitarme la ropa y cambiar su polla por la mía en el momento clave. Y así fue. Como dos torpes trileros, el algo más nervioso q yo, se separa y ella lo agarra dificultando su maniobra, quería chuparsela más profunda en el momento más oportuno. Finalmente se separa y la deja con la boca entreabierta mientras yo avanzo y me arrimo a la distancia del micro. No llevo funda por deseo expreso del marido. Ella parece sorprenderse. Dureza tamaño y grosor son distintos y superiores, no se entretiene mucho, para adentro. No llega a la mitad, pero se esfuerza en engullir más, noto el tope de su garganta presionando en la punta y parece q le gusta ese juego. El marido me susurra al oído q le encanta la garganta profunda. Trato de ayudarla con mis manos y el empuje de mi cadera, ella lucha por aguantar la arcada y va ganando algún centímetro, noto su garganta apretando y cediendo muy poco. Ella repite proceso una y otra vez, le encanta el asunto. Tomo la iniciativa y la recuesto. Dejo su cabeza colgando fuera del colchón. Así su cuello gana en anchura y es más fácil follarle la garganta, q es lo parece q mas le gusta. Voy ahondando entre saliva y ruidos de arcadas, llego casi a los 3/4 dentro. Su marido aprovecha y la empala. Ella está totalmente lubricada, la polla pequeña se desliza sola adentro sin dificultad. Ella sigue succionandome con entusiasmo ya saciada del juego del fakir, así q la subo un poco y la acomodo con una almohada. Me pongo por su lateral y dejo q vaya chupando a su gusto, su marido aún bombea. Aquí le pregunto al marido si a ella le gusta la leche. Ella se saca la polla de la boca y me contesta q sí entre gemidos sobrevenidos a la pregunta. Le digo al marido q voy a descargar en su boca y q a continuación sigo sin necesidad de parar, contestándome encendido q claro q lo haga. Y allá voy, me concentro un poco y noto los latigazos de salida, mientras ella no da del todo abasto y se le escapa cierta cantidad por las dos comisuras, ha sido abundante. Consigue tragar el resto para mi sorpresa y disfrute máximo, y noto los escalofríos de su entusiasmo sobre mi glande. Cuando saco el biberon esta extasiada del morbo y sigue gimiendo. Su marido ha entrado en modo conejo y está exhaltado percutiendo rápido al borde del estallido... Ella necesita agua y sin el más mínimo miramiento le pide a él q pare. El se aparta y su polla directamente se viene abajo, casi cruel diría yo. Ella como si nada, bebe agua de la mesilla y regresa a la cama, ignorando al marido se recuesta sobre mi abdomen y sigue chupando mi polla dura. Le dice a él q quiere q me la folle, y el marido me da el visto bueno y se coloca a un lado, pajeandose.
Ahora sí enfundo un condon y se coloca ella sólita a cuatro patas. le voy dando hasta q se corre, pero me doy cuenta q cuando le he ido estimulando el ano se ha encendido más y he ido urgando comprobando q además de estar acondicionado perfectamente, tiene buena elasticidad. Le susurro al oído si quiere q le folle el culo, y me pide q lo intente despacio. Mi grosor puede resultar problemático.
Me tomo todo el tiempo del mundo, pero ese culo ya ha tratado mucho antes y no tarda en darme las gracias amoldandose como un calcetin. El marido está grabando y tomando fotos, mientras su polla ha decaído por completo. Segundos orgasmos y vamos a la ducha, su culo ha quedado bastante abierto y necesita un repaso de higiene. Esta vez acabe en el condon. Una vez en la ducha, me meto con ella y comienzo a masturbarla, le tiemblan las piernas y gime sin parar. El marido hace de cámara y se da cuenta de la calidad de la escena. Se va y vuelve con un condon. Ella cierra la ducha y se arrodilla, pero se me ocurre un plan mejor. Abrirla y darle la vuelta para follarmela bajo el chorro. Justamente ya estaba bien limpiada así que estuve entrando y cambiando de orificio a mi antojo y aumentando la fuerza de las embestidas, hasta q finalmente después de q ella se corriese no se si solo una o varias veces, por sus espasmos, le avise de que me corría yo. Arrodillandose y quitándome ella misma la goma para succionar otra vez una mucho menos copiosa corrida.
Fue la primera cita con ellos. Hubo otra más y después nos hicimos íntimos. A día de hoy práctica gangbangs y su marido va camino de sissy-cuckold. Es lo q tienen la vocación y el dejarse llevar. Yo contento y orgulloso de haberles ayudado y afortunado de poder mantener su amistad. Hoy por hoy siguen experimentando como un matrimonio feliz y me añaden en su agenda. Que les parece.