Bendita neblina

Ocurrió lo normal para los que usamos el aeropuerto de los Rodeos, mal tiempo la dichosa neblina ( o no) el vuelo suspendido y a rezar para que el día siguiente si pudiéramos volar a casa en los vuelos que nos dieron. Allí estaba pensando en bajar a Santa Cruz y pillar un hotel para pasar la noche, no iba a dormir en la calle. En ese momento nos tropezamos, nos conocíamos un poco, aunque de un tiempo a esta parte, no nos veíamos tan a menudo en el bar donde íbamos a desayunar en jornada laboral. Entramos en conversación y el tema era que le redujeron las horas de trabajo y cobraba menos y le habían aumentado los gastos personales, con lo cual hacer noche después de un viaje le hacia un roto en la economía. Eso me pareció una gran inconveniente y me ofrecí a ayudarla. Bajamos rápido pues igual no había muchas opciones de hospedarnos y así fue tuvimos que aceptar un habitación para los dos con cama de matrimonio a buen precio pero como única y desesperada opción.
Salimos a tomar algo como cena, tampoco teníamos mucha hambre y al subir nos organizamos para tomar una ducha y sacar el mal estar de todo el día en tareas y la tarde con nerviosa espera en el aeropuerto.  Ya acostados y con la luz apagada me confesaba que me agradecía profundamente lo que estaba haciendo por ella, pues no solo estaba nerviosa por su situación sino que no estaba muy acostumbrada a viajar y menos sola y no sabía como acometer la situación.  Que aun seguía algo nerviosa y entendí que era por compartir la cama conmigo y así se lo hice saber. Cual no fue mi sorpresa cuando me respondió que eso no le preocupaba, que incluso le venía no estar sola. Luego se hizo un silencio y al menos nos quedamos dormidos, al menos yo seguro.
Fue a eso de la madrugada que noto calor y siento su cuerpo pegado muy pegado al mío y eso despierta mis alarmas, y también otras cosas y lucho por no empalmarme, pero fue imposible y cuando me iba a dar la vuelta para evitar empitonarla, me dice que no me diera la vuelta que le gustaba la situación. Buf me armo de valor y la abrazo y le agarro los pechos a lo que ella suelta un suspiro y apretó  el culo más hacia mi polla, como supe y pude puse mi mano entre su entrepierna y masajee su coño, viendo como suspiraba, metí mis manos por dentro y metí mis dedos dentro de su húmeda vagina, ella instintivamente apreso mi mano entre de si y seguí dándole placer, creo que se corrió una o dos veces, yo ya no sabía ni donde estaba y la polla me pedía a gritos acción. Así que con calma le baje las bragas a lo cual no puso oposición, cambie de posición y la penetre y empecé con un placentero bombeo que entre suspiros y gemidos termino liberando la carga de semen que pedía libertad y sus humedades seguían en plena ebullición.
 Después de eso ella se dio la vuelta  y nos quedamos cara con cara, me dio un beso y se acurruco conmigo  hasta que la sentí respirar diferente y entendí que se durmió.
Al amanecer, obviamente una ducha y desayuno rápido y corriendo al aeropuerto, al llegar el tiempo era optimo pero volábamos en diferentes aviones pues nos repartieron, a mi me embarcaron en otro escasos 20 minutos después y no pudimos hablar nada ni al llegar a los Rodeos ni al volver a casa. Ahora solo espero encontrarla desayunando y ver que se plantea.