En Las Galletas, Tenerife, la noche tiene un sabor especial, como si el océano susurrara secretos.
Somos Fabri, 36 años, un venezolano de mirada ardiente y manos que saben provocar, y Yese, 44, una venezolana bisexual que enciende el aire con su risa y su piel.
Venimos de tierras cálidas, pero aquí, en esta isla, hemos encontrado un paraíso para desatar nuestros deseos.Hace un tiempo, nuestra vida dio un giro que aún nos acelera el pulso.
Todo comenzó con una prima de Yese, una mujer que, como nosotros, no temía explorar.
Las noches en su compañía eran un torbellino: risas, roces, miradas que decían más que las palabras. En un trío, descubrimos la magia de compartir.
La forma en que Yese se perdía en los besos de otra mujer mientras mis manos recorrían sus cuerpos era puro arte.
Cada encuentro era un lienzo de gemidos, de pieles entrelazadas, de un morbo que nos hacía vibrar. No había tabúes, solo placer sin filtros.
Nos encanta el sexo en todas sus formas: el cibersexo, donde las palabras y las imágenes encienden la pantalla, y los encuentros reales, donde el calor de la piel lo dice todo.
Somos aseados al extremo, sin vello púbico, sin vicios, sin alcohol ni drogas. Para nosotros, el placer es puro, limpio, un juego de deseo y confianza. En nuestra cama, o en una videollamada subida de tono, el morbo es el rey.
Una noche, mientras el viento de Las Galletas acariciaba las cortinas, Yese me miró y dijo: “Quiero más”. Y así seguimos, buscando chicas que quieran sumarse a nuestra danza.
Vivimos en Las Galletas, Tenerife, y estamos abiertos a conexiones reales o virtuales.
Si el morbo te llama, si quieres perderte en un juego sin límites, escríbenos.
Somos Fabri y Yese, y nuestro fuego está esperando por ti.
¿Te atreves a arder con nosotros?