Ofrenda a Venus -1-

Esta noche la luna es inmensa..roja..palpitante, como tu coño abierto a la noche oscura, profunda d strellas.. 


La Diosa Venus nos concedió nuestro deseo, nuestro regalo de coral, perlas y caracolas complació a la Bella Divinidad y besó el pecho del Tritón, besó el vientre d la sirena, y al fin fueron un hombre y una mujer.  

Esta noche es nuestra... tendida en la arena fresca, abres tus muslos d ninfa..y perfumas con tu orquídea el ambiente nocturno..el aire se viste d deseo... d ardor... orquídea abierta que late en su desesperado vacio... mujer anhelante..quieres sentirte plena, llena..embestida, agitada, empotrada, empalada por esa poya dura y kálida de ese antiguo tritón...  

Surge entre las olas, sus cabellos apenas dejan ver su rostro extraño... entre sus greñas d diablo, se adivina un brillo, una llama volKánika... el fuego del deseo... la ardiente fuerza y desesperación por calmar la tempestad del sexo...  

Un deseo encerrado en su jaula marina durante milenios.. la odiosa cola q no permitía cabalgar en el placer, ese gozo q veia sentir en los humanos...   

Un deseo que se ahogaba durante una eternidad bajo.las olas espumosas del mar...  

Y ella vio su mirada en su triangulo púbico...  
Y ella vio su mirada en sus colinas, d purpureos pezones...  
Y ella se abrió aun más para provocar en él la fiebre y la locura incontenible...  

El hombre, salió de las aguas, dejando, por primera vez en su vida, huellas de sus pies en la fría y negra arena. 

Salió del mar sin mirar atrás, libre al fin de su prision d algas, silencios burbujeantes y espumas. 

Hirió d placer sus ojos esa piel blanca d suaV mármol..sus formas sinuosas y provocadoras, curvas infinitas en sus hombros, su cintura de diosa perversa..., sus mejillas, su cuello altivo, columna d belleza q sostenia su radiante rostro bañado por esa roja luna, q confería a sus rasgos una deliciosa maldad, una dulzura... diabólika...  

Hirió d placer su sentido ese aroma de coño nuevo, fresco y virgen, q llegaba profundo a su sangre, a su latido, a sus ardorosas entrañas y le impulsaban a besarla, tocarla, morderla, abrazarla, penetrarla con furia y con pasión... ya llegaria ese momento mas sereno para hacer el amor con suavidad, con dulzura, a fuego lento labio a labio... pero no ahora... ahora en sus venas corria lava pura e insaciable d gruta abierta... si... sentia bien duro su cañón... ese miembro ciego, primitivo q solo quería golpearse una y otra vez contra el fondo de su coño hambriento... hacerse pedazos en el interior de esa hembra excitada...  

Ella sintió primero el ardor d sus labios, un beso largo, profundo, y su lengua q parecia llenarla por completo. 

Luego sintio el calor de su miembro apretado en su vientre agitado. Sus manos se multiplicaban y las sentia a la vez en su espalda, en sus brazos, en sus pechos vibrantes, en sus piernas y su mejilla, su frente, su nuca, sus cabellos, sentia su indomable desesperación por recuperar el tiempo perdido en su jaula d mar...  

Rodaron por la arena, por la orilla, se mordisquearon, gritaron, suspiraban vocales amorosas...  

Sobre una roca grande y lisa, alli en lo alto... él entró en ella...  

Ella arqueó su espalda, y echó su cabeza atrás para sentir mejor sus embestidas brutales... Sus pupilas llenas d luz lunar, sus pupilas humedas de placer y plenitud sexual. 

El sólo expresaba gruñidos, jadeos y su mirada fija en sus ojos d princesa terrenal...  

(continuara... )