Este vuelve a ir con dedicatoria, una muy especial. Así me gustaría que fuera... Octava entrega:
Si hace tres meses alguien me hubiera dicho que yo iba a estar hoy así, aquí... me hubiera reido en su cara.
Aquí estoy, en la puerta de este local liberal, el mejor de la isla. He quedado con una pareja. Estoy nerviosa, mucho, pero sé que quiero estar aquí... Llevo un vestido negro, tacones de charol negros... Y se lo prometí a él, voy sin ropa interior... Sé que lo normal hubiera sido que nos conociéramos en otra parte, tomar algo... pero las viajes, horarios y demás, no nos han dejado muchas opciones. Pero sé que me tratarán maravillosamente bien...
Llevo mucho tiempo hablando con él... Me alucina su manera de escribirme. Es divertido, inteligente, muy perspicaz... y morboso, muy morboso. Es capaz de hacer que me olvide de todas mis normas, y que desee con locura que me coma entera de arriba a abajo, aún sin haberle puesto los ojos encima. De ella sólo he visto fotos, y es verdaderamente una diosa... Realmente hacen una pareja espectacular. Él sabe que soy heterosexual, que nunca he estado con una chica, ni siquiera en la misma habitación... Pero ella me "intriga".
Entro al hall del local, y me recibe su relaciones públicas... Me quedo alucinada porque ellos ya le habían hablado de mí, y sabía exactamente dónde tenía que llevarme... Casi no puedo respirar, tengo el corazón acelerado. Camino lentamente detrás del relaciones públicas. Llego a una zona de sofás, ahí están ellos.. Guapos, elegantes, mirándome con una gran sonrisa en la cara.. Por fin!! Ya era hora de ponerte cara!! Sólo con ese comentario y con su sonrisa, hacen que me relaje muchísimo. Se levantan y me dan un par de besos cada uno, y un abrazo... Es lo menos que podíamos hacer!!! ¿Sabes la de horas que hemos estado escribiéndonos? jejeje.
Me ganan con sólo hablarme. Sé que me miran con deseo, pero me tratan como a una reina. Pedimos una copa, yo la necesito. Y empezamos a charlar animadamente. Son muy divertidos, y consiguen en unos minutos que mis nervios se relajen y den paso a la curiosidad por el local, por ellos y por lo que tengo a mi alrededor. El local me encanta, tiene clase. Hay una pequeña pista de baile, y hay parejas que se mueven al ritmo de la música. Se abrazan y se tocan... me excita.
Ella sabe que yo nunca he estado con una mujer, y se imagina qué puede estar pasando por mi cabeza. Así que, elegantemente, después de una media hora de risas y charla, dice que tiene que ir al aseo, y me deja sola con él. Nos miramos, en silencio.. creo que él está esperando un gesto por mi parte, pero yo no sé qué debo hacer para decirle que me muero por un beso suyo... por que me toque. Creo que se ha dado cuenta, porque se acerca, se sienta muy cerca de mí. Sigue comentándome cosas del local, de ellos, pero ya empieza a rozarme los brazos... deja pasear sus dedos suavemente por ellos, por mis muslos. Yo siento la excitación del momento, el estar hablando de otras cosas mientras me acaricia. Sigue subiendo con sus dedos por mis muslos, y llega hasta la entrepierna... Por fin se da cuenta de que le hice caso, que no llevo ropa interior. Me mira muy risueño, y me dice: Me acabas de poner como una moto!!!
De repente me coge la cara, me mira... y me pide permiso con los ojos. Sólo le hago un pequeño gesto con la cabeza, y me da el beso más excitante que me hayan dado nunca. Es una mezcla de sensaciones: el local, la gente alrededor, él, su pareja que está a punto de llegar... Su lengua me recorre los labios, y yo no quiero que pare. De repente noto que alguien se sienta por detrás de mí, es ella... Me pongo un poco tensa, como si estuviera haciendo algo malo y me hubieran pillado... Ella se me acerca al oído, mientras él me sigue besando, y me dice: ¿A que besa maravillosamente bien?...
Él se separa un poco, y se acerca para besarla a ella, amorosamente... Es alucinante verlos juntos. Me preguntan si quiero subir con ellos a la parte privada... Yo suspiro, los miro fijamente y les digo que sí... Ellos sonríen. Me toman de la mano, y me acompañan a la zona de taquillas. Ella me dice que no me quite los tacones, que a él le gustan mucho. Es rara la sensación de que su mujer me diga lo que le gusta, sabiendo lo que voy a hacer con él...
Él nos está esperando en una de las camas, cuando llegamos nos mira con deseo, y nos recorre el cuerpo a las dos, de arriba a abajo... Tenemos todavía las toallas puestas, pero él se recrea. ¿Quieres que dejemos las cortinas abiertas?, me pregunta ella... Yo lo pienso. Ya estoy aquí, quiero que las sensaciones sean completas... Sí, déjalas abiertas. Quiero que me miren disfrutar con ustedes. Ella se acerca, y me quita la toalla, yo hago lo mismo con ella. Tiene un cuerpo espectacular. Siento cosquilleo. Ella me toma la mano y me dirige hacia él... Ahí estoy, de pie, mirándolo. Alto, delgado, elegante... Él me besa suavemente, sabe que estoy muy nerviosa.
Me acaricia.. ella se acerca y también me acaricia. La sensación de tener las 4 manos sobre mí es fantástica. Y no quiero pensar en que no me gustan los mujeres, ella sí me gusta... Nos echamos en la cama, quiero comerle la polla... Es una de las cosas que más me gusta hacer. Me deslizo a gatas y me la meto entera en la boca.. Ella se rie, se acerca y me dice: deja algo para mí!!! Nos reimos los tres. Se la comemos las dos juntas. Él cambia su gesto risueño por uno de intenso placer. Le miramos a los ojos mientras le chupamos y se nota que está disfrutando mucho. Nosotras también. De vez en cuando nuestras lenguas se encuentran, y ella me mira, como pidiendo algo más... De repente dejo mi lengua algo más de tiempo en la suya, ella lo entiende. Dejamos de comerle la polla y empezamos a besarnos. Qué diferencia de lengua por dios!!!
Mientras nosotras nos comemos la boca, él se incorpora y se pone debajo de mí. Empieza a comerme el sexo, muy despacito... me toca el clítoris con la lengua, mete sus dedos en mi vagina... me explora. Y yo sin respiración, entre el maravilloso beso de ella y el juego de él entre mis piernas. Ella me pide que me eche, que ella también quiere su lugar entre mis piernas... Y de repente, me veo allí, en una cama de un local liberal, con las cortinas abiertas, con las piernas totalmente abiertas, y con una pareja comiéndome el sexo... llevándome al séptimo cielo. En un momento que abro los ojos, me doy cuenta de que alguien nos mira... Es un chico, se está tocando y me mira directamente a los ojos.
De repente ella se quita de entre mis piernas, y vuelve a mi boca... Él se pone un preservativo y me dice... No puedo más. Y me penetra así, tal y como yo estaba, echada sobre mi espalda. Sabe lo que se hace, Empuja despacio, sin llegar hasta el fondo... Y yo sigo estando en el séptimo cielo. Mientras, ella me toca el clítoris, lo masajea, le pasa la lengua de vez en cuando... Me están volviendo loca!!! El orgasmo llega sin avisar, como un terremoto. Casi no me puedo controlar... Él al notar cómo me corro, acelera el ritmo. Sigue entrando y saliendo de mí, cada vez más rápido, hasta que noto que se pone tenso, me mira y sé que se está corriendo... Me encanta verle la cara, sentir que tiembla... Su orgasmo es largo, y a mí eso me excita mucho. Me incorporo, le quito el preservativo, y le como la polla... Sí, me gusta hacerlo después de que se corran... Él me dice: para!!! Que me estás poniendo cardíaco.
De repente nos damos cuenta de que hay más movimiento en la cama. Es ella, está con el chico de antes, el que nos miraba y se tocaba. Ella está a cuatro patas y él se la mete desde atrás. Ella gime, disfruta mucho... Su pareja la mira, con pasión, con deseo... Se acerca a ellos. Y se pone encima de ella. Casi sin esfuerzo también la penetra analmente... Yo no dejo de mirarlos. Ella sigue gimiendo, con los ojos cerrados... De repente abre la boca y tiene un orgasmo intenso. Ellos sacan sus pollas y terminan de correrse encima de su espalda... La visión es preciosa.
Así nos quedamos los cuatro, echados en la cama.. Para mí ha sido muy intenso todo, estoy cansada pero muy feliz. La pareja viene, me acaricia, me preguntan si estoy bien, si me siento a gusto... En el cielo, les contesto. Anda, ponte la toalla, vamos a tomar algo... Que la noche sólo acaba de empezar.
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